Capitulo 25 "La Editorial"

4 1 0
                                    

Lena eaperaba y temía que Nastya regresara el domingo y le preguntase por sus actividades del fin de semana, pero esta pasaba cada vez más tiempo en casa de Dasha. Estaba segura de que en poco tiempo iba a quedarse sin compañera de piso.

Por una parte le apenaba, Nastya y ella llevaban compartiendo casa muchos años, desde que Lena se independizó de su familia, y se había acostumbrado a esas charlas al final del día en que ambas desnudaban su alma, en que sabían que podían engañarse a sí mismas, pero no a la otra.

Iba a ser difícil quedarse sola en el piso, pero luego veía la felicidad en la cara de su amiga y se alegraba sinceramente por ella, y la envidiaba secretamente, tan secretamente que ni a ella misma se lo confesaba.

Nastya se presentó en su casa con el tiempo justo de ducharse y cambiarse para el trabajo, y la conversación que mantuvieron sobre sus respectivos fines de semana fue bastante superficial.

Durante el trayecto en coche, Nastya hablaba sin parar sobre las nuevas facetas de su relación, y no se dio cuenta del mutismo de Lena.... Cuando llegaron a la redacción, y tras unas breves instrucciones para mantener a Blisoko en la calle, Julia y Lena salieron a ver dos locales que Nastya ya tenía seleccionados como posibles nuevas sedes de sus oficinas.

-¿En tu coche o en el mío, corazón?

Le preguntó Julia con naturalidad, como si la última vez que se habían visto hubiera sido el viernes anterior en el trabajo y no se
hubiera corrido bajo sus muslos ni la hubiera estado besando como si fueran amantes durante mucho rato.

-El mío. Ya te dije que me gusta conducir.
-¿Estamos de acuerdo entonces en dos despachos? Uno de los locales que ha propuesto Nastya tiene tres.
-En lo que a mí respecta elegiremos el local más adecuado, no importa la cantidad de despachos que tenga.
-Si tú y yo trabajamos en la misma habitación infundirá confianza a las chicas.
-Las chicas confían en nosotras, en caso contrario no dejarían su trabajo para venirse un poco a la ventura. Pero una cosa quiero dejar clara, Julia..... El hecho de que trabajemos en el mismo despacho no significa que vaya a estar de acuerdo contigo en todo. Voy a seguir defendiendo mi criterio y mi pensar en Blisoko con uñas y dientes, vetaré todo lo que no me guste y seguiré exigiendo puntualidad absoluta. Y la puerta del despacho permanecerá abierta «siempre».
-No esperaba menos, señorita Fadeeva.
-¿Vas a dejar de llamarme Señorita Fadeeva alguna vez? Yo he empezado a llamarte Julia... a veces.
-Por supuesto que dejaré de llamarte señorita Fadeeva... el día que te conviertas en «señora» Fadeeva.
-Eso sucederá el día que las ranas críen pelo.
-Pues será ese día entonces.
-Debes saber que el hecho de que seamos amigos fuera del trabajo, no cambia que seamos competidores dentro de él.
-¿Somos amigos fuera del trabajo, Lena?
-Eso creo.
-Me alegra saberlo.
-Yo no juego a los «piratas» con mis enemigos, Volkova.

-¿Estaba planeado entonces?
-Sí... Bueno, no todo. Cuando me dijiste que a tu sobrina no le iba la onda de las princesas y el maquillaje recordé que mi juego favorito de pequeña era el de los piratas, y se me ocurrió probar.
-¿Jugabas a los piratas de pequeña? ¿Igual que conmigo?
-¡No seas idiota, Volkova! Jugaba con mis hermanos y tenía siete u ocho años... De lo del sábado pasado tuviste tú la culpa.
-¿Yo? Perdona, corazón, pero estaba atada y amordazada.
-Y excitada sin ningún motivo, no te olvides de eso.
-Debe ser fruto de la Viagra que tomo habitualmente.
-¡tarada!
-En serio, Fadeeva... ¿Te han atado alguna vez?
-No.
-A mí tampoco... hasta el sábado. Y me resultó muy excitante, me puse...
-Ya sé cómo te pusiste, no sigas.
-Pues te recomiendo que lo pruebes.
-Cállate, Volkova. Estamos en horario de trabajo. Y si sigues hablando así, creo que va a ser mejor alquilar el local de los tres despachos

dijo ella imaginándose atada al sillón y a Julia jugueteando en ella

-Y hablando del sábado... ahora que vamos a ser socias...

 "Высоко : Amor, Periodismo & Peleas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora