Capítulo 21 "La nueva Blisoko"

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El lunes llegó y Lena entró en la redacción con un proyecto bien documentado en la cartera y tres artículos ya escritos y listos para publicar. También una carta de dimisión como plan B, si el proyecto era rechazado.

Como siempre, había llegado un poco antes de las ocho y preparada mentalmente para afrontar lo que se le viniera encima, fuera lo que fuera..... Al entrar en el despacho, por un momento las imágenes de lo sucedido el viernes anterior llenaron su mente y su cuerpo respondió involuntariamente, pero enseguida se repuso.

Sabía que de no hacerlo, le iba a resultar muy difícil seguir trabajando allí y, sinceramente, esperaba continuar en Blisoko durante mucho tiempo. Julia y ella habían trabajado duro el fin de semana para conseguirlo.

La noche del sábado los tres habían compartido una amigable cena y una charla agradable. Quizá porque se encontraban en su casa, o porque Nastya estaba presente, por primera vez se había podido comportar con Julia como ella misma, abiertamente,
sin fingir que era una persona que no era, sin dureza, sin estar en guardia.

A lo largo del fin de semana habían ido cayendo todas sus defensas, el muro que había construido a su alrededor para protegerse del mundo, y había vuelto a ser Lena, ni Katina ni Fadeeva. Simplemente Lena, una mujer a la que solo Nastya conocía bien.

Y a la que Julia Volkova estaba empezando a vislumbrar.... Pero eso había sido durante el fin de semana. En cuanto entró en su despacho se volvió a poner la coraza. Se había vuelto a colocar el uniforme de jefa dura y se había hecho el moño más apretado y tirante que nunca. Y esperó a que Julia llegara.

Élla no le avisó cuando llegó a la redacción, pero Lena no tuvo duda de que había sido puntual, y a las ocho y cinco lo llamó al teléfono de su mesa.

—Buenos días, Fadeeva.
—Buenos días, Volkova.

Estuvo tentada de decir Julia, casi se le escapó, pero se contuvo a tiempo. Tenía que volver a ser Volkova si no quería que la situación se le escapase de las manos..... Quizás fuese Julia fuera del trabajo, pero allí debía ser Volkova.

—En media hora me pasaré por el despacho de Alexia para presentarle el nuevo proyecto. Me gustaría que me acompañaras.

Ella ocultó una sonrisa de satisfacción y dijo, consciente de que Ivan escuchaba la conversación:

—¿Tienes miedo de Alexia, corazón? ¿Necesitas que te proteja?
—No necesito protección de nadie, pero estos cambios no son solo míos, por primera vez tenemos un proyecto común y quiero que lo presentemos juntas. Creo que funcionará mejor si convencemos a Alexia de que estamos colaborando de verdad.
—De acuerdo, señorita Fadeeva. Allí estaré a las ocho y media en punto; ni un minuto antes ni uno después. Defenderemos Blisoko en un frente común.
—Deja de hacerle a la payasa y ponte a trabajar de una vez.
—¡A la orden!

Lena colgó. Todo volvía a estar como siempre.
A las ocho y media Julia y ella entraban en el despacho de Alexia. Si este se extrañó de verlas aparecer juntas, no dijo nada.

Comprobó cuidadosamente el nuevo proyecto tanto de la revista como del anexo que escribiría exclusivamente Lena, y
sonrió satisfecho.

—Sabía que lo lograrías.
—No lo he hecho sola, ha sido cosa de las dos.
—Me alegro de que al fin hayan comprendido que si no trabajan juntas en vez de una contra la otra, esto no va a funcionar.
—Ya. Bueno, más vale tarde que nunca.
—Creo que uno de los artículos con más peso es el de los hoteles. ¿De quién ha sido la idea?
—De Julia. Pero a mí también me gustó inmediatamente.
—Supongo que eres consciente de que tienes que ir con mucho cuidado con lo negativo que dices en el artículo.
—Por supuesto, no te vas a enfrentar a una demanda, te lo prometo.
—Lo tenemos controlado. Haremos que el artículo se convierta en un reclamo de publicidad a pesar de las críticas, la gente sentirá curiosidad por saber quién de las dos tiene razón.
—Bien. Haré que les paguen como reinas el alojamiento de una noche, una cena y un desayuno. ¿Tendran suficiente para recabar la información necesaria?
—Sí, será suficiente.
—¿Lo haran entre semana o en fin de semana? ¿Iran juntas o por separado?
—Mejor por separado, pienso que una de las dos debe permanecer en la redacción para ocuparse de todo
—Nastya y el resto de tu equipo es perfectamente capaz de hacerlo por un día.
—Lo sé, pero a pesar de todo creo que es mejor ir cada una por su lado y en días diferentes.
—Bien, como quieran. ¿Por dónde van a empezar? ¿Tienes ya algún hotel pensado para el primer ejemplar?
—Que decida Lena. Lo que sí te puedo decir es que si en algún momento incluimos uno de los hoteles de mi padre, la revista se ahorrará las dietas y la publicidad calmará al principal accionista de Blisoko. Pero el proyecto es de Lena, si quiere excluir los hoteles de mi familia, yo aceptaré su decisión.
—Julia tiene razón. ¿Tú qué opinas?

 "Высоко : Amor, Periodismo & Peleas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora