hibris | douze

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satus

...

Miro impaciente a la profesora que, con una lentitud que empieza a explotar mis pocos nervios, revisa los avances de una compañera, haciendo de vez en cuando comentarios sobre la iluminación o el ángulo. Golpeando el suelo con las puntas de mis tenis, hago que un inquietante sonido me ponga más nerviosa de lo que ya estaba. Por alguna razón, no podía controlar mis emociones cuando ese tipo de situaciones se presentaban, y todo podía agradecérselo a la poca confianza que tenía sobre mis trabajos.

—Te quiero, en serio lo hago, Gyuri—comienza hablar con una tranquilidad no muy común en él—. Pero estoy apunto de lanzarte por la ventana si no paras de moverte.

—Lo siento, juro que trato de controlarme pero no puedo—coloco ambas manos en mis rodillas como si eso fuera a evitar que mis piernas volvieran a retomar el incontrolable golpeteo.

Suspiro con pesadez antes de concentrarme en mi portafolio, las fotos de Taehyung se mantenían cuidadosamente acomodadas en cada página, incluso, viéndolas nuevamente, siendo un asco mi técnica, mi modelo hacía que tú mirada quedará fascinada con la foto. Era como si, de alguna manera adictiva, te fuera presentado una maravilla capaz de dejarte con la boca abierta y con la respiración atascada. Él único con el privilegio de verlas ha sido el propio modelo, que con pocas palabras me deja saber que para él son perfectas, después de todo, y cito: “soy perfecto, fisgona”.

Hasta ese punto no sabía si la confianza en mi trabajo era porque, en efectivo, Taehyung había hecho un trabajo estupendo o si realmente mis ideas eran estupendas.

Dejo de pasar las fotos para concentrarme en la sesión que tuvimos pocos días después del accidente con Jungkook. De alguna forma hicimos funcionar los golpes en su rostro, con una temática un tanto cautivadora y nueva para mí.

—Myo—la profesora me mira expectante. Trago con fuerza mientras cierro mi carpeta y me levanto de mi asiento. Entregándole mi adelanto, siento mi corazón bombear con rapidez y fuerza contra mi pecho, incluso podía sentir el latido debajo de mis orejas. Podía vomitar justo en esos instantes y darle toda la culpa a mis nervios.

En un momento de cobardía, aparto la mirada del escritorio para enfocarla en Dae, quién tiene una sonrisa alentadora y sus dos pulgares arriba. Sacando su pecho y alzando su barbilla, me da una bonita y divertida demostración de lo que debería estar haciendo en esos instantes. Sonriendo, me mantengo en silencio en la espera de algún comentario que nunca llega.

Muerdo mi labio inferior con fuerza, cuando observo que llega a las últimas fotos de la sesión. Sin mencionar absolutamente nada, cierra mi carpeta. El silencio que mantiene después de eso me hace temblar y tomar con fuerza la tela de mi falda entre mis manos.

—Estoy decepcionada de ti, Myo—suelta con seriedad, dejo escapar el aire que contenía, apartando la postura rígida, relajo mis músculos un tanto resignada. Bajo mi rostro, evitando que mire mis ojos que empezaban a picar por las lágrimas—, tener un trabajo como éste y presentarlo sin seguridad—sigue, y mostrándome una sonrisa, desliza mi trabajo hacia mí—, esto es maravilloso y no solo por la persona que tomaste como modelo.

Incrédula, y aún sin creerlo, la profesora me felicita por segunda vez. Temblorosa y con la mente en blanco, regreso a mi asiento.

—Joder—murmuro, incapaz de procesar lo que acabo de ocurrir, tomo mis cosas y salgo del salón. Luego me disculparía con Dae por dejarlo.

El pasillo solitario me recibe y es el único incentivo que necesitaba para soltar un grito algo agudo y levantar mis brazos. Saltando con desorden y moviendo mi cuerpo, dejo salir todo lo que mi ocurrente boca quisiera. La emoción era tanta que incluso cuando la risa ronca se hizo presente, no dejé de sonreír.

—Bonito baile, fisgona—enuncia divertido antes de mirarme con aquel interés profundo y con aquella intensidad a la que no termino de acostumbrarme por completo. Pese a compartir la mayor parte de mis días con él, su presencia seguía siendo aterrado en el sentido de dejarme sin palabras y con el aliento entrecortado.

Separándose de la pared en la que se encontraba, se acerca hacía mí. El pantalón negro junto con su camisa del mismo color, le dan la intensidad suficiente al aura que quiere proyectar, pero también la charra de mezclilla le da un aire casual.
Tan pronto como la distancia se reduce, me doy cuenta de la pieza metálica que vuelve adornar su labio.

—Te prohibieron usar el aro, Taehyung—le recuerdo, mis palabras no pretendían ser un regaño, pero una vez que fueron pronunciadas, sonaron como eso.

Arquea ambas cejas, y, pasando su lengua por toda la extensión de su labio hasta llegar a su aro, me regala una sonrisa ladeada que me sabe a insinuación y coqueteo. Incluso sin que tuviera que decirle algo, habla:—Nadie puede prohibirme nada, fisgona. Ya deberías saberlo.

Suspiro, si bien el comportamiento de Taehyung cambio de matón a un chico con poca paciencia y gruñón, no quitaba que fuera exhausto tratar con él. 

—¿Me estabas esperando?—pregunto cuando noto que se encontraba a un lado de la puerta de mi salón. Siento mis mejillas arder al darme cuenta que estuvo desde el inicio de mi ridículo show.

—Tal vez si cierta enana no hubiera dejado de lamentarse y fastidiarme con la importante entrega, no estaría aquí. Solo quería comprobar.

—¿Comprobar?

—Que tenía la jodida razón, fisgona. No había nada de que preocuparse, nuestro trabajo es perfecto.

—¿Nuestro?

—Soy el modelo, estoy incluido en este trabajo—encogiendo los hombros, y dando una leve seña con su cabeza, empezamos a caminar juntos—, te compraré lo que quieras—parando de repente me mira—esto no es una cita.

Rio divertida, y sin borrar sonrisa, le sigo:—Porque no te gusto.

—Exactamente, porque no me gustas.

Aquello parecía más que una declaración de un hecho, una broma casi personal entre nosotros.

—Por cierto, la próxima sesión haré la parte de mi acuerdo. No vayas arreglada, podrías ensuciarte—habla con tranquilidad mientras abre la puerta del edificio, mirando mi sonrojo, una risa brota de sus labios—, no sé que cosas sucias estás pensando, pero no va por ahí...claro, a menos que quieras.

***
Casi una hora intentando subir el capítulo, gracias wattpad por dejarme de funcionar. Ahora sí,
Cualquier error me dicen.
Nos leemos en unos días.
Ig: yahshesuni♥️✨

Hibris: Moira | K.TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora