One Shots →Disney Bia

Adiós

Las fotos capturan expresiones, no emociones. Pero cuando las vuelves a ver, vuelves a sentir al mismo tiempo todas las emociones que pudiste sentir en ese instante. Estos sentimientos se mezclan con la melancolía, el pánico y el dolor y crean una cascada de lágrimas dolorosas y amargas. El gusto salado en mi boca, mis mejillas mojadas y mi nariz que no deja de producir esta cosa viscosa me muestran que estoy muy dolido. Siempre pensé "no se puede sufrir tanto por amor, lo dejas pasar y ya". Eso era antes de enamorarme de verdad. Es una sensación horrible. Piensas que te vas a quedar toda tu vida con tu persona, pero te quedas con la duda de que te vas a dejar. Pero igual cuando lo hace, estás sorprendido y quieres saber por qué no vais a acabar vuestras vidas juntos.
Todas las fotos de mi habitación me hacen daño. Quiero olvidar los momentos en los que las hice. Si lo olvido todo, no puedo sentir más cosas por ella, y si no siento más cosas por ella, estoy bien. Pero olvidarla es imposible, y eso es muy doloroso.

Mi teléfono vibra, es ella. El detalle que olvidé de mencionar es que todavía no estamos juntos, pero ella me dijo que nos diéramos unos días para pensar en nosotros. Hoy, aparentamente, decidió que sería el día. ¿Realmente tiene que pasar eso?

Le contesto al teléfono pero no digo nada. Tiene la cámara encendida y yo primero borro mis lágrimas y trato de parecer normal.

- ¿Manuel?

- Estoy, estoy...

Enciendo la cámara y me siento en el borde de mi cama. Hago lo que puedo para que no vea todas las fotos rotas sobre ella.

- Hola... - dice un poco insegura.

- Hola, Bia...

- Creo que... ya sabes de qué vamos a hablar.

- ¿Puedes hacerlo lo antes posible? Vayamos al grano, es menos doloroso.

Ella suspira, y toma una pausa de unos segundos. Olfateo al menos cinco veces, y sé que en unos instantes mis lágrimas van a volver aún más fuertes.

- Manuel... - empieza con una pequeña voz. - Creo que tú y yo estamos de acuerdo para decir que lo nuestro ya no funciona... Estoy en Brasil, tú en Argentina y... esto no funciona... Lo he pensado muchísimo y creo que... lo mejor sea que lo dejemos aquí, porque nos estamos haciendo daño y no nos merecemos esto.

Dejo el teléfono sobre la cama y me levanto, pasando mis manos por mi cara. Es justo lo que dije antes. Sabía que iba a decirlo, pero me duele tanto como si no me lo esperaría. Me duele demasiado, y mis manos y mis mejillas se vuelven mojadas de nuevo.

- ¿Manuel?

Me vuelvo a sentar sobre mi cama y tomo mi teléfono. Trato de aguantar las lágrimas pero es tan complicado que a veces suelto unos sollozos.

- Joder... es que duele... - trato de decir entre dos sollozos.

- Lo siento...

Ella parece estar tan bien, tan mejor que me doy cuenta de que era la mejor opción, aunque duela. Muchísimo.

- Lo siento yo...

Pongo mi mano izquierda sobre mis ojos pero no calma mis lágrimas. Ni siquiera sé por qué lo intento, están incontrolables.

- Así estaremos mejor... Ya no funcionaba...

- Ya... Por favor ya... - olfateo, me limpio las lágrimasw pero sigo siendo tan imbécil, llorando por eso. - Necesito tiempo, ¿vale? Adiós.

- Ad...

Corto la llamada sin que termine lo que estaba diciendo. Me recuesto sobre la cama, sobre esas fotos rotas, y lloro. Mucho. Hasta babeo por llorar tanto. Abrazo mis rodillas para seguir llorando en ellas. Casi grito por el dolor de mi pecho.

¿Teníamos que hacerlos realmente? ¿Cuanto tiempo va a doler? ¿Volveremos a encontrar nos? ¿A ser amigos? Quisiera contestarme pero esas preguntas quedan sin respuestas.

Mi primer amor me dejó. Mi primer corazón roto, es hoy. Pero espero que sea el último, porque me duele demasiado.

No me siento capaz de volver a amar algún día, pero eso creo que lo dicen los que tienen un corazón roto. ¿Es posible volver a sentir lo mismo? ¿Quiero volver a sentir lo mismo? Eso quisiese saber. Quiero entenderme, saber qué hacer. Algún día alguien tendrá que escribir un manual de los corazones rotos. Podría ser muy útil.

Pero por ahora sólo me queda decirle adiós a mi relación, a mi corazón, a mi felicidad. Le digo adiós a Bia, el primer amor de mi vida.