Infidelidad

431 22 48
                                    

Recostado en nuestra cama, no logro dormir. Ya son las cinco de la mañana, y todavía no vuelve. Sé perfectamente que cuando volverá, todo será distinto. Lo siento dentro de mi. Siento que esta noche va a romper algo entre nosotros, va a romper algo dentro de mi.
Escucho el ruido de la puerta y siento que mi corazón late muy fuerte. Me siento en la cama, muy estressado. Cuando Bia entra en la habitación, veo que está un poco borracha. Eso me lo esperaba, después de todo, fue una fiesta.
También se sienta en la cama sin cambiar su ropa o nada. No me mira y entiendo que mi sentimiento no era falso. Realmente pasó algo ese día.

— Lo siento.-dice bajando la cabeza.

— Dime que hicieron por favor...

— Nos besamos y... y terminamos en la habitación...

Paso una mano por mi pelo, realizando que fueron más allá de lo que creía. Me levanto sin poder mirarla, porque sé que si lo hago lloro, y no quiero hacerlo. Miro en el bolsillo de mi chaqueta, tomo el porro que tenía preparado adentro y salgo rápidamente del apartamento. Lo sabía, lo sentía porque últimamente ya no la sentía conmigo. Pero yo quería hablarlo con ella, no ir a engañarla. No soporto esa idea pero igual me lo esperaba.
Cuando estoy afuera, encendio el porro y lo empiezo a fumar. No debería pero de verdad lo necesito, y eso no me hace daño. Sólo me permite... pensar de otra manera y relajarme. Necesito eso, porque siento que estoy muy tenso.
Son las cinco de la mañana y no hay ni un gato en la calle. Sin embargo, siento que hay una multitud de personas que me miran con lástima, porque yo me doy lástima. Ya no soy suficiente. No entiendo porque todo cambió tan de repente. No sé porque sus sentimientos cambiaron. Ya no me pertenece, y eso me duele. Ese otro chico, quien sea, la tocó en mi lugar y me siento una mierda por eso. Las únicas manos que tenían el derecho de tocarla eran las mías.

 Las únicas manos que tenían el derecho de tocarla eran las mías

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me despierto, muy dolido después de esa noche muy complicada. Físicamente y mentalmente. Me duele la espalda por haber dormido en el sofá, me duelen los ojos por haber llorado mucho y me duele el corazón más que todo. Ayer, el porro no me ayudó. En realidad no pude fummarlo por completo. No fumé ni la mitad. Pero no soporto esa presión en mi pecho.
Esa mentira que era mi relación me mata por dentro, y no sé como hice para abrir los ojos hoy.

— ¿Manuel ?

No contesto, sólo me muevo en el sofá para no poder mirarla y que no vea mi cara, sólo mi espalda.

— Creí que ya te habías ido.

— No iré hoy...-digo tratando de tener una voz normal. Creo que eso se debe hacer : pretender que todo está bien.

— Oh... ¿No te sientes bien?

Creo que ella está haciendo lo mismo, aunque no debería. El error es suyo esta vez.

— Si...

— Bueno... Descansa... Yo me voy...

Besa mi cabeza y la escucho salir de la casa, mientras que dejo caer una lágrima. Fingir no es lo mio, definitivamente.

One Shots →Disney Bia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora