Mañana es la San Valentín, y la gente ya empieza a recibir cartas en sus casilleros. Manuel hace parte de esa gente. En realidad, siempre recibió cartas para ese día. Hay muchas personas que desearían salir con él ya que es un chico de los más lindos de toda la escuela. Todas las chicas están babeando solamente al verlo. Muchas están celosas porque soy su mejor amiga, y a mi no me molesta que me miren así, pero a Manu si le molesta. Él es bastante tímido y no le gusta tener todas las miradas sobre nosotros. No tiene muchos amigos, si no que soy su única verdadera amiga. Miro a Manuel que está tomando algunas cosas en su casillero, y cuando lo veo suspirar adivino que recibió otra vez la carta de una chica (o várias chicas) que quieren una cita con él.
- No me van a dejar en paz...-dice abriendo el sobre rosa lleno de corazones.
- No, no creo.
Empieza a leerme la carta bajo, para que los otros no escuchen.
- Hola Manuel, sé que no nos conocemos peor sos lindo y me gustas mucho. ¿Qué te parece si mañana hacemos algo? Por ejemplo ir al cine o bla bla bla bla bla bla...
Pone la carta en su mochila con sus otras cosas y cierra su casillero.
- Y nunca recibiré la carta que quiero...-suspira pegando su cabeza sobre el casillero. ¿Qué? No sé si escuché bien.
- Espera... ¿Te gusta alguien?
Suspira de nuevo.
- Ya, deja. No es nada.
- Pero Manuel explicame...
Se va sin decirme nada.
- ¿Por qué no me quieres contar?
- Bia, no es nada, de verdad. Lo dije así, no pensaba en alguien en particular. Sólo es que quisiera... no sé, una carta sincera. ¿Sabes? No es nada.
- Podrías ser feliz, yo recibo solamente una carta y es la tuya.-digo riendo.
- Eso es porque me tienen miedo. Sé que tienes muchos pretendientes. - dice poniendo su brazo sobre mis hombros.
¿Por qué Manuel les daría miedo?
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Manuel es muy raro desde que hablamos antes. Parece muy... incomodo. Entiendo bien que lo que me dijo no era totalmente la verdad y realmente quiero descubrir lo que tiene. Actualmente, estoy con Chiara porque mi mejor amigo desapareció no sé dónde.
- ¿Y dices que es incomodo?
- Si. Me está ocultando algo.
Ella parece reflexionar, hasta que casi puedo ver la bombilla arriba de su cabeza por la idea que acaba de tener.
