Azucena,

226 15 2
                                    

Me permito escribirte esa carta, abriendote mi corazón por última vez hoy. No, no soy un poeta francés - español tampoco - pero trataré de decirte con mis palabras lo que siento. Sé que no soy muy galán, tan vez un poco torpe y seguramente no soy el chico más inteligente del pueblo. No sé muchas cosas si no es de mecánica, y de poesia ahora. Pero hay una cosa que sé, que siempre voy a saber, es que mi amor por ti es la cosa más fuerte que pude sentir en mi vida. No soy el novio ideal, tampoco soy rico y sé que a tu familia no le gusto. Lo nuestro parece imposible, creo que lo es. Mereces hacer tu vida con un hombre que te quiera y te respeta, y si, me pone triste saber que no voy a ser yo, pero espero que seas feliz con el chico indicado. ¿Ángel? Ya sé que no te gusta, me di cuenta hace mucho. ¿Quieres un consejo? Dejalo, no te hace feliz, solamente hace feliz a tu madre y tu tía.
¿Sabes? Cuando dejé a Claudia, ella me dijo que soy un cobarde. Tenía razón, lo soy. Por eso me voy, con mi abuela y mi padre. Nos vamos del pueblo porque nos tomaron el restaurante. Tenemos que cambiar de ciudad, vamos a volver donde crecí. Creo que es lo mejor, para ti. Tal vez para los dos. Se feliz, sigue con esa sonrisa y por favor, no te la quites. No hagas huir a tu futuro esposo. En cuanto a mí, seguiré con mis estudios, leyendo mucha poesía pensando en ti.
Entonces no, Azucena, no soy Antonio Machado, tampoco soy Rubén Darío, simplemente soy yo y te quiero. Espero que puedas estar feliz como lo mereces, ojalá volvamos a encontrarnos pronto.

Cariñosos saludos,

Guillermo Sacristán.

One Shots →Disney Bia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora