Notes and Flowers © Yang Jeongin ✓

V e i n t i c u a t r o.

Hoy es el día. Hye regresa hoy.

Estoy ansioso, nervioso pero a la vez feliz de que la voy a ver después de dos meses. En resumen, tengo un revuelto de sentimientos ahora mismo. 

No tenía planeado nada para darle la bienvenida por su regreso. Quería hacer algo así como una fiesta y luego allí pedirle que sea mi novia, pero no hay lugar en donde hacerlo y tampoco el tiempo puesto que estuve en exámenes. Les pedí ayuda a mis amigos pero ¿qué puedo esperar de ellos? Son unas cabezas huecas que solo me dieron ideas estúpidas. Así que decidí hacerlo más privado, solo entre Hye y yo.

Debía ser especial. Los videos de internet ya están pasados de moda y son muy comunes.

—¿Conseguiste lo que te pedí?—le pregunté a Minho. Él asintió.

—Fue difícil convencerlo de que bajara un poco el precio.—cogió su mochila. Miró a sus lados para corroborar si no había nadie quien lo está espiando, como si lo que me fuera a dar fuese droga o algo ilegal.

—El salón está vacío, Minho. Todos se fueron al receso.—rodé los ojos ante su discreción.

Ah cierto, en las últimas semanas Minho y yo nos volvimos un poco más cercanos. Tuvimos una plática, en la azotea del instituto durante el receso, que es muy ridículo ser rivales, es mejor ser amigos o al menos ser tolerables con el otro por el beneficio de Hye, puesto que a ambos nos importa ella, porque no es nada agradable ver discutir a las dos personas que te han ayudado mucho.

Al menos estamos intentando no pelear o ser competitivos. 

Y es un gran paso porque me he dado cuenta de la buena persona que es Minho, aunque suele ser un poco irritante a veces, lo tolero porque Hyunjin es igual solo que un poco menos.

—Lo sé, pero conozco a tu amigo el chismoso, —se refiere a Hyunjin.—¿acaso no quieres que esto sea confidencial? 

Buen punto. No quiero que lo sepa nadie —por ahora—, mucho menos Hyunjin porque sé que estará respirándome en la nuca preguntándome y abrumándome todo el día sobre mi sorpresa. Así que es mejor mantenerlo en secreto.

Minho me entregó una pequeña cajita, la abrí un poco para mirar y sonreí.

—No me agradezcas, —habló con altanería.—sé que hice un buen trabajo.

—Bueno, —cerré la caja y la metí en mi mochila.—Hye viene hoy y no tengo a quien pedirle otro, así que con esta baratija me conformaré.—me encogí de hombros, bromeando y caminé hacia la salida del salón sin esperar respuesta.

—¡Oye, maldito idiota! —escuché sus gritos, a lo que sonreí victorioso, puesto que mi intención era molestarlo.—¡Al menos darme las gracias! ¡Oye, no me ignores! ¡Es de mala educación ignorar a tus mayores!

Estaba en el parque, sentado en la banca que está junto a la fuente, con mis auriculares puestos y revisando mi celular cada cinco minutos por si llegaba un mensaje de Hye. Habíamos acordado encontrarnos aquí cuando ella llegara.

Hace una hora que debió haber llegado a Corea. No obstante, aún no recibo ningún mensaje, ni siquiera sé si llegó bien.

«Yo tampoco he recibido mensajes de Hye. De seguro se habrá quedado dormida en el transcurso, no te preocupes.»

Me dijo Minho.

Y con la inquietud dentro de mí, llamé a Hye In reiteradas veces, sin embargo no había respuesta.

Dos pasaron y mi preocupación aumentó más. ¿Por qué tarda tanto? Ya debió haber llegado aquí, ¿será que se arrepintió? No, Hye me prometió que vendría y si no lo hacía pues me iba a avisar, pero hasta nada.

Suspiré.

Quizás habrá llegado cansada y por ello no vino al parque. ¿Y si mejor voy a su casa? Sería menos pesado para Hye In.

Aunque cambiaría un poco el rumbo de mi sorpresa pero no importa ya veré yo cómo lo arreglo.

Antes de caminar hacia la casa de Hye, me animo a llamarla otra vez, no obstante, este me indicó que estaba apagado.

Quizás se habrá quedado sin batería. Será mejor que vaya ahora mismo.

Me levanté del banco y justo en ese momento mi celular sonó. Desbloqueé rápidamente mi celular, mis esperanzas se esfumaron cuando vi que era un mensaje de Minho.

«Lo siento, Jeongin...»

Fruncí el ceño, ¿por qué lo siente? 

Mi corazón se aceleró y un miedo intenso se apoderó de mí al leer el siguiente mensaje. Mis ganas de llorar no las pude controlar. 

Sentí flaquear y que el oxígeno me faltaba. ¿Por qué me pasa esto a mí? Peor aún, ¿por qué le pasa esto a ella? No merece este fatídico final, es una buena y hermosa persona. 

¿Por qué los buenos tienen un destino así? 

Todo había salido bien. Su operación salió exitosa, Hye tenía un nuevo corazón, una nueva vida con el cual no tendría que preocuparse por ocultarse. Se había pintado el cabello de rojo y le quedaba más hermoso que nunca, como lo había supuesto. Incluso había aprendido un poco del japonés y que me iba a enseñar a como pronunciar algunas palabras cuando llegara. Habíamos planeado un día de picnic e iríamos a la playa junto con Hyunjin, Minho y Seungmin. 

Habíamos planeado muchas cosas juntos. 

«Es Hye, Jeongin. Su vuelo nunca llegó.»