Violencia, abuso, Mentiras y dolor. Kira a tenido que aprender a vivir toda su vida en un mundo donde era cruel mente tratada desde pequeña, lo único que conoce es el maltrato tanto físico como mental.
Su vida es todo lo que esta mal para ella, pero...
Grité por ayuda pero nadie respondió, lo único que escuché fue otra correa romperse.
- ¡¡¡Nooo!!!- Mi garganta duele bastante.
Ya casi no puedo sentir mis brazos, tengo heridas grabes, mi piel debe de haber desaparecido del área donde están mordiendo desde hace unos minutos.
Uno de los perros toma la delantera y viene hasta mí preparándose para saltar encima mío.
En eso veo como en su cuello cuelga una llave.
- ¿Que?- Me quede mirándola fijamente mientras forcejé por varios segundos.
-("Correa roja") con que a eso se refería.
- Lindo...- Mi voz sale entre cortada por el dolor.
El pulgoso pasa su lengua por su osico mientras camina hacia mí, ya sabía lo que seguía así que me preparé.
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Cuando salta encima mío su mordida va directo a mi hombro en la parte baja de mi cuello sentí como arranco mi piel y sus colmillos se clavaron en lo profundo de mi hombro casi rompiéndome dicha parte.
Un grito salió de mi boca mientras intente con ella misma coger la llave entre mis dientes ignorando el dolor que siento.
- ¡¡Maldición!!- Trato de estar serena y pensar en algo más pero es que esto es muy doloroso y sus garras están clavadas en mis piernas impidiéndome patearlo.
Es como si yo no fuera más que una simple presa.
La tome después de varios intentos fallidos y la lancé en dirección a mis piernas para así pasarla hasta mis manos.
Cuando la tenía casi entre mis dedos sentí un alivio indescriptible, lo logré y rece con todas mis fuerzas porque esta fuera la llave de las esposas y no solo una imitación barata para darme falsas esperanzas. Al final cuando la entre en el cerrojo para tratar de abrirla sentí como el perro aflojo sus garras de mis piernas así que aproveche eso y comencé a patalear con todas mis fuerzas restantes haciendo que se alejaran un poco de mí.
Claro que sabía que esta vez tenía poco tiempo para liberarme antes de que saltarán encima mío a por todas.
Después que gire la llave, la esposa se abrió al instante por lo que mis ojos se abrieron impactados a la vez que se llenaban de lágrimas.
(No lo puedo creer)
Estoy en shock.
O eso fue hasta que escuché el gruñido del tercer perro a mi costado mientras se lanzaba encima mío para morder mi cara.
Rápidamente saque mi mano para tomar la tijera y clavarla con fuerza en su ojo izquierdo.
Ví como corrió hacia atrás dando quejidos de dolor después de que le saque la tijera.
