NOREN

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El golpeteo de dos lapiceras estaba acabando con la paciencia de Renjun, quería hacer que su molesto compañero de banco se las tragara y así ya no pudiera fastidiarlo. Su compañero siempre era Jaemin, pues eran mejores amigos, pero Jaemin había faltado esa mañana y lo colocaron junto al imbécil de Lee Jeno. Iba a proporcionarle una golpiza, cuando por fin el golpeteo se acabó. Iba a sonreir de satisfacción, hasta que algo peor se vino sobre él.

— ¿Chapas o le temes al éxito? — Cuestionó el rubio, viendolo con una sonrísa coqueta.

Renjun enrojeció, vaya que era molesto ese estúpido. — ¿Estás jugando? Llevas una hora tocando la mesa con tus lapiceras y no has sido capaz de ayudarme con el trabajo en equipo, ¿y se te ocurre preguntar una babosada? Eres verdaderamente un imbécil, Lee.

Jeno rió. — ¿Es por el chico de pelo rosa? ¿Es tu novio? No tengo problema, no soy celoso ni tampoco selectivo, me lo puedo chapar también. ¿O tú si eres celoso? Tienes pinta de serlo, y también selectivo.

— Se llama Jaemin, y a ti no te importa si es mi novio o no. Tampoco te atrevas a acercarte a él, es un ángel y tú una bestia. — Bufó. Oh no, a su amigo no iba a molestarlo un idiota como ese.

— Ya veo... No es tu novio, pero desearías que lo fuera y te entiendo, se ve follable. — Soltó sin pudor, causanso molestia en Renjun. — Pero yo estoy solito, querido, y no te dejaría en la friendzone. Anda, al menos un solo chape. — Pidió el rubio.

— Me das asco Lee, guardate tus comentarios en el... — Renjun fue interrumpido por un regaño del profesor.

— Vas a caer, Huang. — Susurró Jeno.














































— No es tan malo, quizá solo sea un poco curioso. — Dijo Jaemin, encogiendose de hombros. Como era costumbre, el peli-rosa estaba tirado en el pasto sin su camisa escolar, luego de la clase de gimnasia. — Yo digo que le entres.

— No lo entiendes, Nana. ¡Dijo que te ves follable! No me voy a chapar a un baboso. — Bufó Renjun.

— Si hablamos de babosos, no puedes decir mucho, ya he visto como me miras en gimnasia. — Se burló Jaemin y Renjun le dió un codazo. — Anda, quizá te guste. Si no, sabes que aquí estoy para quitarte el mal gusto. — Bromeó el menor.

— ¿Y por qué no me lo quitas ahora? — Cuestionó. Si, sabía que Jaemin bromeaba, pero desearía que no.

El menor se puso algo serio. — Sabes que no puedo, le soy fiel a Jisung. Esta es la peimer relación en la que quiero ir enserio y no deseo arruinarlo. — Dijo Jaemin. — Entrale, Jeno se ve bien, quizá te sorprendas. — Jaemin se levantó del suelo y tomó su camisa. — Te veo luego, Jisung me espera.

Renjun suspiró, viendo a Jaemin irse. Quizá devería hacerle caso, Jaemin jamás lo vería como algo más y Jeno era imbécil, pero se veía bien. Y hablando del rey de Roma, el imbécil se acercó a él.

— Tienes cara de que te bateó, ¿ya le entras? — Cuestionó el rubio.

Renjun asintió. — Solo es para sacarme la curiosidad, no he tenido mi primer beso aún.

— ¿Estás cargandome? — Cuestionó el menor, riendo.

— ¡Yah! Siempre quise que Jaemin me diera mi primer beso, pero no va a pasar, solo besame. — Bufó.

Y así, Jeno no dudó en besarlo.




















































— Es la peor historia de amor, papá. — Rió Sungchan, su hijo ya adolescente. — Deve doler que el tío Jaemin te rechace, es muy guapo. — Rió el castaño.

Renjun también rió. — Ya se, pero ahora somos bastante felices, ¿no crees?

Sungchan asintió. — Papá Jeno y tú se ven muy felices.

Jeno suspiró. — Lo somos.

𝕠𝕟𝕖 𝕤𝕙𝕠𝕥𝕤 ; 𝕟𝕠𝕞𝕚𝕟𝕣𝕖𝕟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora