9 |Control|

417 47 9
                                    


17 de marzo de 1533

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

17 de marzo de 1533

El harén del imperio otomano era muchas cosas que podemos comparar con lugares y situaciones de la vida moderna, incluyendo una sala de belleza con perfumería incluida.

La belleza era indispensable en ese lugar: la pulcritud, el encanto, todo eso debía combinarse hasta crear la perfección, o algo cercano a esto, pues mientras más cerca estuvieras de llegar a esa línea, más cerca estarías del sultán.

No solo la belleza era necesaria, también el olor corporal: oler bien era una obligación ahí dentro. Si te negabas al baño, te arrastraban a él, si no querías usar perfumes o esencias, te las arrojaban encima igual a como se lava a un perro.

Más allá de eso, el harén era hogar de esencias antibióticas, desinfectantes y aromáticas, todo se podía encontrar ahí dentro ¿Y qué pasaba si la mezcla que deseabas no estaba ahí dentro? ¡Simple! Si tenías el favor suficiente podían enviar a un eunuco a conseguirlo.

Y Morgan había tenido todas esas esencias en la boca, había hecho gárgaras y seguía sin poder sacarse de encima el sabor del sultán, causado por ese pequeño beso (un pico en realidad) que le había dado contra su voluntad.

Pero Morgan sentía como si le hubiera poseído la boca, con todo y lengua, lo cual le hacía sentir desesperada.

Ya había perdido sensibilidad ahí en su intento de limpiarse, además tenía encima una peste espantosa por la mezcla que había hecho con todo lo que se le cruzaba por delante, pero nada de eso importaba ¡Solo quería sentirse limpia de una vez!

Levantó la mirada y descubrió que una concubina la observaba ¿Cómo no? Era una rara que estaba metiéndose perfumes a la boca, hacía buches y escupía ¡Era extraño! Pero en cuanto se sintió descubierta tomó algo de agua y se la arrojó sobre la cabeza como si nada hubiera pasado.

Morgan siguió en lo suyo, escupiendo el perfume de bayas silvestres que sabía un poco a frutas y podía calificar como el mejor que había probado.

—¡Atención! —Murad, uno de los eunucos entró al baño, aplaudiendo para llamar la atención de todas a pesar de que no lo necesitaba, pues su voz chillona ya de por sí hacía mucho escándalo. —¡Niñas! Hay un anuncio que Dilara quiere darles ¡Deben correr! —Y tan rápido como llegó así se fue.

Morgan al igual que todas las demás jóvenes en el baño se cubrieron con telas blancas, pues a pesar de que el harén era un lugar donde "la femineidad debía ser expuesta" la desnudez exagerada no era permitida.

Las cuatro chicas salieron en una fila ordenada para llegar a otra fila mucho más larga, donde todas las esclavas se encontraban dispuestas a escuchar lo que Dilara fura a decir.

Mientras Dilara se preparaba, todas las miradas fueron a Morgan, quien el apenas dos días antes había salido de su castigo en el cepo, pero seguía siendo un recordatorio constante de lo que les harían si no acataban las reglas de su nuevo "hogar".

Survivor {The Tudors}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora