17 de marzo de 1533
En Rutenia existía una antigua tradición que a cualquiera en la época moderna se le haría mórbida y tal vez incluso un poco estúpida.
Cuando llegaba el fin de año, se debía comer al mejor animal que poseyera la familia. Si criaban ovejas, el mejor cordero sería elegido, si eran cerdos el más gordo sería el centro de mesa y así con lo que fuera que poseyeran. Si eran demasiado pobres para poder darse ese gusto debían acudir a los comedores comunitarios, donde les darían lo que la clase alta deseara compartirles por las fechas.
Esto último no era una buena opción para nadie, pero eso es historia para otro día.
Retomando el tema sobre comerse al mejor animal, se puede decir que todo se encuentra en orden hasta ese momento, pues es algo que se vería normal incluso en la época moderna, sin embargo, el detalle que agregaba esa morbosidad era que el último día del animal, antes de que le encajaran un cuchillo en el cuello mientras se paraban sobre él para sacarle el aire y que la carne se mantuviera tierna debían mimarlo como si fuera el rey de la casa.
En el palacio de Morgan, donde ella había crecido, para ese día se contrataba a un escuadrón de sirvientes para el animal elegido. Desde que este despertaba lo alimentaban con comida preparada para el rey y su familia, lo bañaban en aguas tibias perfumadas que también utilizaba la reina, lo adornaban con moños de la princesa, le untaban aceites relajantes, le daban masajes, mimos, incluso besos.
Cuando llegaba la hora del final, el animal debía ser llevado con el carnicero, quien se encargaría del trabajo y la criatura nunca iba con gusto, pues sabía que algo andaba mal. Aún en su inocente estupidez, comprendía que el ser maltratado un día y al siguiente ser adorado por las mismas criaturas era una terrible señal, así que luchaba, pero el final siempre era el mismo: los pies del carnicero sobre él, el cuchillo encajado en su cuello y alguien sujetándole los genitales para evitar que se orinara y estropeara el sabor.
Por eso la expresión "adornada como cerdo para el matadero" se hizo tan popular en Rutenia e incluso algunas personas (más que todo mujeres malvadas) la usaban para referirse a una niña que iba camino a su noche de bodas con su esposo mayor de edad.
Adornada como cerdo para el matadero, así se sentía Morgan mientras veía su reflejo en el espejo.
Ya no recordaba cuando fue la última vez que se le permitió usar vestidos costosos y joyería, tal vez en realidad nuca tuvo ese permiso. Su cabello se encontraba suelto, limpio y brillante, cayendo en suaves ondas rojizas sobre sus hombres, logrando que resaltara aún más el delicado vestido blanco que usaba, el cual era tan transparente y escotado que temía dar un paso en falso, que sus pies se enredaran y el vestido se le cayera.
Su piel seguía magullada, pero debía aceptar que el vestido fue una gran elección, pues disimulaba con bastante éxito el rojo de su piel, logrando que pareciera una novia sonrojada, lo cual debió ser para un príncipe, no un sultán.
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Survivor {The Tudors}
أدب الهواة~Para entenderla, debes conocer toda su historia.~ *** Morgan fue forzada a ir a la corte inglesa para casarse con el rey Henry Tudor, bien conocido en todo el mundo por sus "conflictos amorosos". A pesar de que sus padres y su país la obligan a con...