Capitulo 13.

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Miriam tenia razón, es más no dejaré que me pisoteen más, ahora ya no seré la misma de siempre. Adelgazaré, no mostrare mis lágrimas, no dejaré que me pisoteen, y lo más importante; seré feliz.

-Gracias Miriam-La abrazé-, en tan poco tiempo te has convertido en una de las personas que más me ha apoyado.

-Denada, por una amiga lo haria todo-Nos volvimos a abrazar-. Por cierto, la semana que viene iré con mi abuela a un pueblo que está a cinco horas de aquí, ¿quieres venir? el pueblo es bastante bonito, mi abuela y yo vamos cada dos meses ya que tiene una casa allí.- Explicó.

-Se lo comentaré a mi madre y ya te diré mañana, me tengo que ir, ya es tarde.- Dije levantandome del pasto.

-Te acompaño a la puerta.- Dijo llevandome hasta la entrada.- Adiós Miriam.

-Adios, me lo pasé muy bien.-Dije antes de irme.
Fuí hasta la parada de autobús y esperé a que llegara. Cuando llegó me monte, le pagué y me sente en la cuarta fila, ya que al final del todo hay un grupo de canis cantando dios sabe que.

-¡Gorda, vas a romper el autobús!- Me gritó uno de ellos.

-Y tú los cristales como sigas cantando.- Le fulminé con la mirada.
No pienso quedarme callada, si él ataca, yo también, es así, quien las hace las paga.

...

Hace ya como dos horas que llegué a mi casa, el grupo de canis no me volvieron a insultar, cuando entré a mi casa mi madre no estaba, así que me puse a limpiar mi habitación.
Mientras limpiaba encontré el diario que escribí con mi padre, y me puse a leer una página.

Miriam:

Hoy he estado con mi papi en el parque, nos hemos comprado unos helados y nos reimos mucho, pero estoy un poco triste porque mi padre tiene que viajar, y no quiero que se vaya nunca de mi lado.
Te quiero mucho papá.

Y junto a esa página había un dibujo que seguramente hice yo; éramos mi padre y yo en el parque comiendo helado.

Sin darme cuenta estaba llorando, son muchos recuerdos, cómo quisiera volver a ver a mi padre, volver a sentir otro abrazo suyo...

Seguí limpiando mi habitación y encontré cosas que ni sabia que tenía.

-Miriam- Entró Selena a mi habitación-, me aburro mucho, vamos a hacer algo.

-Dejame pensar.

-Adivina quién tiene entradas para el parque de atracciones.- Entró Matt con tres entradas.

-Un chico idiota- Dijo Selena, Matt le miró mal.-, pero muy guapo.

Reimos.

-¿Vamos?- Preguntó Matt. mirandome.

-Dame un minuto.- Dije entrando al baño. Me peiné un poco mi cabello, me hice una cola alta y salí.

...

Ya estabamos en la cola de la montaña rusa, invité a Miranda y aceptó venir, a lo que agradecí porque no aguantaría estar un dia entero con Matt.

-Espera, Selena no puede subir, mira la altura mínima.- Dijo Miranda señalando la tabla.- Tranquilos, me quedaré con ella, tampoco esque tuviera ganas de subir,- Dijo y se fué.

Me quedé mirando como se iba y me dejaba sola con este ser. Llegó la hora de montarnos, me temblaban las piernas, siempre me dió miedo la montaña rusa. Me acuerdo que de pequeña mi padre me llevó a un parque de atracciones (el cual ya cerraron hace años), me montó en una montaña rusa de niños pequeños y acabé vomitando

Me senté en el cacharro y Matt se sentó al lado mia, me sonrió y le di una mirada fría, lo odio, ¿por qué?; por ser tan PERFECTO. Sí, llegó la hora de asumirlo;

Me gusta Matt.

Chicas, tengo una mala noticia NO TENGO INTERNET, a lo mejor me lo ponen mañana o a lo mejor no :c estoy triste. Voten y comenten!

Soy yo, la típica chica gorda. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora