Capitulo 18: Cobarde.

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¿Y ahora qué digo?

—Yo... fuí a dar una vuelta por el bosque.— Dije nervioso.

—¿Por el bosque? De noche, solo.— Dijo mi madre sin creerselo.

—Además, si no os lo creeis no es mi problema.—Dije sin importancia.

—Miriam no contesta.—Dijo la madre de Miriam mirando el teléfono desesperada.

—Le preguntaré a los monitores, a lo mejor ellos saben algo.—Dije saliendo.

La verdad ya sabia donde estaba Miriam; secuestrada.
Pero yo no puedo hacer nada, como la vean hablando conmigo la matan, debo de quitarmela de encima, y hacer que me odie.

Narra Miriam:

—Esto, Rick— Dije mirando al suelo.—, ¿alguien sabe donde estoy?

—No, ¿por qué?

—Porque ahí fuera hay personas, y al parecer tocaran el timbre en tres... dos...— Sonó el timbre.

—Mierda, ahora vengo.— Dijo guardandose la pistola en el bolsillo.

Quiero salir de aquí, quiero ver a mi madre, quiero ver el sol; ¡Quiero ser libre!
No entiendo porque la gente secuestra, si quieres dinero trabaja. Aunque pensándolo bien, los padres nos han tenido "secuestrados"; nos han tratado como esclavos, nos han obligado a hacer cosas imposibles de hacer.
¿Los padres?; los secuestradores.
¿El colegio?; la cárcel, y la principal causa de echar un dia a la mierda; el día tiene 24 horas, las cuales 10 estamos durmiendo, 6 en el instituto, hemos perdido 16 horas, tenemos solo ocho horas libres, bueno, libres no; te tiras dos horas haciendo los deberes, te quedan seis; unas tres o cuatro horas tus padres te mandan hasta China a comprar algo, luego que si frégame los platos, que si limpia tu habitación; y de ahí ¿cuanto tiempo nos queda libre? ¿dos horas, eso es suficiente?

Esta vida es una mierda, uno nace para ser libre, no para ser esclavo de nadie.
¿Cuantas veces vemos las noticias y vemos que en muchísimos paises prostitullen a niñas? ¿cuantas veces hemos visto en la televisión a gente siendo agredida por sus "dueños"?; muchísimas veces, todos los días.

Entró Rick con cara de alivio.

—¿Quienes eran?

—Unos vecinos que me querian dar la bienvenida, me trajeron un pastel de fresa y nata.—Puso cara de asco.

—¿No te gusta?

—La fresa me da alergia, y la nata me hace vomitar.— Puso una mueca rara.

Reí.

Tres días después...

Por fin, aunque parezca raro echaba de menos mi casa, echaba de menos hasta el instituto, por fin me rescataron de ese secuestro, el cual parecía que estaba en un hotel, y esto se lo agradezco a Matt, que hizo una aparición divina:

{  —¡Rick, abre la puerta, sé que tienes a Miriam encerrada ahí!— Gritaba Matt golpeando la puerta.

—¡Matt, todos sabemos que Miriam te importa un carajo, solo te quieres librar de las regañinas de tus padres!

Eso me dolió, aunque ya sabía que Matt nunca se iba a fijar en una chica como yo, me dolió mucho.

—¡Al carajo!— Gritó y se escuchó un gran golpe, por lo que supuse que tumbó la puerta.

Lo ví bajando las escaleras rápidamente con un maletín. Me miró directamente a los ojos a lo que bajé la cabeza.

—Rick, una cosa rápida, tú dejas a Miriam libre y yo te doy tu dinero.— Dijo abriendo el maletín, si que había dinero, con eso me compro un país, que digo país, planeta.

Soy yo, la típica chica gorda. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora