Un amor nada común

Capítulo 11 Preocupación

Max

LA PERDI, LA PERDI DE VERDAD,  no se que paso, en mi cabeza solo esta la imagen de Alai tirada en el suelo rodeada de sangre. ¿Porque, que fue lo que paso, para que ella estuviera así? son las preguntas que circulan en mi cabeza.

Hace 20 minutos el doctor, salió de la habitación pidiéndonos paciencia, al pareces las cosas se complicaron. Perdió mucha sangre, y su corazón se detuvo, intentaron reanimarla pero no servía, sino a la tercer, fue que vino a reaccionar. Esa era la razón por la cual vi tantos enfermeros correr por todos lado. Aún me encuentro en el pasillo esperando, a que salga el doctor y nos de información.

Hace 5 minutos, apareció Eve con un vaso de café, me informo que mi hermana ya termino su quimio y estaba preguntando por Alai, pero al parecer Eve le dijo que ella estaba en exámenes. Me dijo que por la salud de mi hermana era mejor no alterarla con noticias como estas. 

Por otro lado la señora D'Angelo, se encuentra en la habitación de al lado, junto a su esposo que la esta cuidando, porque con el estrés se altero y los médicos decidieron darle un calmante que la durmió por un rato, y el señor D'Angelo esta junto a ella esperando a que despierte.

Yo me encuentro con Federico, el hermano de Alai, esperando respuestas del Doctor.

— ¿Hace cuanto conoces a mi hermana?— me pregunta Federico

— Desde el primer día, que entro. Vine a visitar a mi hermana y la conocí— digo mirando el piso.

—Tu hermana también esta aquí—

— Si se llama Allison, le diagnosticaron cáncer hace unos meses atrás— 

Termino de decir y en ese momento, sale el doctor de la habitación.

—Familiares de Alai D'Angelo— pregunta el doctor

—Yo, yo soy su hermano— Dice Federico el cual se levanto de la silla.

— Bueno, la paciente como saben tiene cáncer. Por lo que pudimos analizar, al parecer ella se autolesiono con el espejo, causando algunas heridas en sus manos y muñecas, esto ocasionó que perdiese mucha sangre, además de ello al caer al piso se golpeó la cabeza, lo cual no es grave pero debemos tener cuidados. Como ya lo había mencionado por su estado, se puso grave en un momento.— dice el doctor, toma una paso y vuelve hablar. — Por el momento esta estable, pero no pueden pasar, puesto que se encuentra dormida,  apenas despierte se les comunicará. Les recomiendo consulten con un psicólogo, ya que esto fue un ejemplo de autolesión, también les recomiendo que no la dejen sola en ningún momento, somos consiente que esta pasando por una enfermedad muy difícil, la cual puede afectarle emocionalmente— Termina de decir el doctor y se retira dejándonos solos.

— ¿Por qué, por qué a mi hermanita? ella no se lo merece, ella es apenas una niña, tiene mucho que vivir, y justo el toca a ella esta enfermedad — 

— Ey, Federico, pueda que apenas te conozco, y lleve apenas unos meses que conozco a  Alai, pero ella no tiene culpa, nadie decide si enfermarse o no, y se como te sientes, yo pase por lo mismo cuando me entere que mi hermana estaba enferme, muchas noches me culpe por no protegerla, pero me di cuenta que culpándome no gano nada. Así que no te culpes, tienes que estar fuerte para ella, ella te necesita—

—Es que no entiendes, tu no sabes lo que es ver a Alai en una camilla, triste, ella ya no es la misma. No es la chica que siempre anda con una sonrisa hermosa,  que no importe que siempre te hará reír, con sus bobadas y su torpeza, la chica extrovertida que practicaba mil deportes a la vez, y la que bailaba por todo la casa. Ella ya no es así, ahora ella simplemente es callada y eso no me gusta—

Así que la niñata no ha sido siempre amargada y callada.

— Pueda que no sepa, pero ella estará bien— termino de decir y nos quedamos en silencio.

Ahora por mi mente solo puedo imaginar a una Alai sonriendo y bailando por la casa, y no a la chica callada que no me mira, y me dice mujeriego de cuarta. 

De solo pensar en ello, me sale una pequeña sonrisa.

(****)

Ya ha paso un  tiempo, y son las 8 de la noche, es hora de regresar a casa. Hace 1 hora mi madre me llamo diciendo que hoy volvían a casa, la verdad le reste importancia ya estoy acostumbrado a que no estén tanto tiempo en casa.

Además de ello hace media hora despertó la señora D'Angelo y Federico le informo como estaban las cosas, a decir verdad se veía muy triste y preocupada, por la situación. Cuando estoy por despedirme, sale una enfermera de la habitación y se nos aproxima.

—Familiares de Alai D'Angelo—

—Somos nosotros— responde Federico

— La joven ya despertó pueden pasar a verla si gustan, pero solo uno puede quedarse esta noche— termina de decir y se retira.

En ese instante los cuatro decidimos entrar a la habitación, primero entraron sus padres, seguido de ellos entro Federico y por ultimo entro yo. Cuando entro mi mirada se conecta con la de ella y siento un escalofrió.

— Hija como te encuentras— pregunta Alicia su madre, haciendo que su mirada se desvié.

— beh, mi fa solo male la testa— dice ella y por lo que veo esta hablando en italiano

(bien, solo me duele la cabeza)

Ves y tu quejándote de que las clases en italiano no servían para nada. Dice mi subconsciente

— Hay, hermanita nos pegaste un susto, gracias a Dios que estas bien— dice Federico mientras, la abraza.

Y en eso su mirada se desvía y se vuelve a conectar con la mía

— Cosa stai facendo qui?— dice Alai con cara de poco amigos

(¿Qué haces tu aquí?)

— Hija porfavor—  dice su madre

—  Alai, Max fue quien te encontró en el piso y llama a los enfermeros, además no se fue hasta que despertaras—  dice Federico explicando 

— Tranquila no importa. Me alegro que estés bien Alai, pero ya me tengo que ir— digo en un susurro.

En ese momento me despedí de los señores D'Angelo , de Federico y de Alai para luego retirarme de la sala.

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Bueno este es nuevo capitulo, no se si es lo que esperan de la historia pero a mi me gusta escribir, es mi primera historia así que no soy experta pero por algo se empieza.

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