Un amor nada común

Capítulo 17, No siempre tienes el poder

Alai

— Y si digo que no, que va a pasar— Digo mientras me acerco

— DIMELO JODER, QUE PASA SI POR PRIMERA VEZ ALGUIEN TE DICE QUE NO, MAXMILIANO— le vuelvo a decir mientras lo miro a los ojos

— ACEPTALO MAX, NO SIEMPRE TENDRAS EL PODER, YO NO SOY TUS AMIGAS A LAS QUE LES PUEDES DECIR UNA COSA Y DESPUES ARREPENTIRTE, O COMO TUS AMIGOS QUE PUEDES HACER Y DESASER CON ELLOS A TU ANTOJO, CONMIGO NO. A MI, ME RESPETAS PORQUE PUEDE QUE ESTE ENFERMA, PERO ESO NO QUITA EL ECHO DE QUE PUEDAS HACER Y DESASER CONMIGO. TE EQUIVOCAS—

—Eso no es lo que quería decir— me respondo

— ¿Y entonces que era?, DIMELO, pero mirándome a los ojos, mírame a los ojos y dime lo que no te atreves a decirme— lo vuelvo a retar

— Yo... — intenta decir, pero lo interrumpo

— No puedes hablar o no tienes nada que decir Maximiliano — digo mientras me le acerco más y le miro los labios, el por su lado carraspea.

— Yo no quería decirte eso—

— Tu viniste a pedir perdón, pero seamos reales, en el interior querías sentirte orgulloso de que una chiquilla estaba loca por ti, pensaste que yo te iba a perdonar sencillamente, pero te equivocaste—

— Sabes, con el tiempo y la quimio aprendí cosas. Tú puedes ser el chico más lindo, y te lo acepto me encantas pero eso no significa que bajare la cabeza ante ti y te daré pleitesía, porque así como tú eres hombre yo soy mujer y nunca me dejare humillar, yo no necesito de un hombre para sentirme valiosa, el tener cáncer me enseño que la belleza no es todo, y que no todo lo brilla es oro, pero sobre todo que yo puedo tener el control— digo firme ante el

— En el mundo existen mil hombres, hombres de verdad, que no tienen que fingir frente a sus amigos para sentirse queridos o mentir para que les tengan respetos, y para alguno de ellos en un futuro yo seré esa mujer que quieren a su lado, aquella por la que tendrán que luchar— digo mientras me alejo

— Cuando seas un hombre de verdad y tengas el poder de decidir tus propios pensamiento y dejes de ser lo que otros quieran de ti, ese día me vienes a pedir perdón, porque yo no perdono a alguien que no tiene valor de admitir que se equivocó, pero que sea un perdón que salga del corazón, no uno que necesiten para subir su ego—

Termino de decir, para salir del pasillo y dirigirme a mi habitación.

****

La verdad no sé qué tengo hoy, solo sé que no me quiero quedar callada. Me canse de quedarme en silencio, no sabemos que pasara en el futuro, no sé si el cáncer ganara en esta guerra, solo sé que hoy quiero decir aquello que no he podido en mucho tiempo. Mientras camino en la habitación pensando en lo que hare, en lo que diré escucho a Federico entrar.

— ¿Me llamaste? — me pregunta mientras cierra la puerta

— Si, necesito un favor— digo mientras me doy la vuelta y miro la ventana

— Vamos a ocultar un cadáver—

— No, es algo más importante, llego la hora de hablar— digo y me acerco a él.

— ¿Estas segura? —

— Nunca lo he estado tanto—

— Bueno empecemos— Dice mientras prende el computador y conecta la llamada

— Tú puedes — me alienta, antes de alejarse

— No me dejes sola, te necesito a mi lado— digo sujetándolo de la muñeca

— Nunca te dejare, estaré siempre a tu lado— termina de decir, antes de darme un beso en la frente y se sienta a mi lado

Empieza a sonar la llamada

primer tono_ no contesta

segundo tono_ no contesta

Tercer tono_ no con...

— Hola— se escucha al otro lado

— Ho... Hola— digo con nervios

— ¿Alai eres tú? — escucho la voz de Angela

— Hola, Angela— digo tímidamente

— Dios mío Alai, ¿Dónde has estado?, ¿qué te paso?, ¿está todo bien?, ¿porque desapareciste?, ¿porque no me has llamado o escribido? — dice rápidamente Angela, sin darme tiempo a contestar

— JAJAJAJAJAJ— me rio al escucharla

— Y encima ríes— se pone seria

— Perdón, yo no quería es que se me olvido que hablas rápido cuando estas nerviosa o ansiosa—

— No te rías que tú eres igual incluyendo los movimientos de mano—

— Dale perdón—digo mientras dejo de reírme

—Angela sé que te debo una explicación y la verdad es que tenemos que hablar— digo de frente

— Si eso espero, porque han pasado meses y lo único que sé es que te fuiste y estas mandando los trabajos así que explícame que te paso—

En ese momento me quito la peluca que tenía puesta y veo la cara de Angela tras la pantalla

— Es una larga historia, pero para resumir tengo cáncer—