Capítulo 15, Mil formas de pedir perdón

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MAX

Bueno, hagamos un resumen de todo lo que ha pasado.

Primero, Alai me trato mal, algo que me dolió.

Segundo, me pidió perdón, la perdone.

Tercero, la invité a escaparnos.

Cuarto, en el parque fue todo lindo y me enteré que le gusta bailar.

Quinto, llegaron mis amigos.

Sexto, se me perdió Alai.

Séptimo estaba en el hospital, con fiebre y por mi culpa. Para rematar mi hermana me pegó, me regaño y está decepcionada de mí.

En general lo dañe todo, ninguna de las dos me quiere ver. No he sido capaz de ver a Alai, pero no porque no quiera, sino es más por decepción, soy consciente que lo que dijo mi hermana es verdad.

Pero en ese momento, mi instinto humano me ganó, y no supe qué hacer. Yo sé que no tengo derecho a ser perdonado, pero tampoco quiero vivir con el odio de ellas dos.

Es raro esta sensación que tengo porque nunca en la vida me sentí culpable por hacer sufrir a alguien, para mí siempre pensé que las cosas pasando por algo, no les daba importancia, pero saber que le hice daño a alguien que de alguna extraña razón me importa me duele.

Mientras sigo pensando me dirijo a mi casa, luego de entrar a la cafetería por un batido. Al llegar, vuelvo a mi oscura realidad, doy un paso a la sala y no encuentro a nadie, de seguro mi padre sigue en la empresa. Como siempre. Con todo en mi cabeza decidí mejor ir a dormir para ver si de esa forma se me aclaran las ideas.

***

Ya amaneció y solo pude dormir como 2 horas, el sentimiento de culpa sigue en mí, pero con todo esto decido levantarme y organizarme para salir. Al llegar a la cocina me encuentro con mi padre en el comedor desayunando.

—Buenos días.

—Buenos días— respondió mi padre

Y eso fue todo, así son las conversaciones entre mi padre y yo. Luego de un rato él se fue y yo decidí organizarme para salir.

Al llegar, bajo del auto y entro a mi clase. Normalmente al llegar me voy con mis amigos, pero hoy no tenía mucho ánimo de hablar con alguien solo quiero que este día acabe.

Pero mientras me dispongo a entrar suena mi celular.

—Buenos Días.

—Buenos Días.

¿Con quién hablo?

—Buenas habla con el doctor Smith, me estoy comunicando con algún familiar de la paciente Allison Wilson.

—Si, habla con su hermano.

—Que bueno, quiero informar que necesitamos que se dirija inmediatamente al hospital.

—¿Le paso algo a mi hermana?

—Joven, sería mejor hablarlo en persona.

—No se preocupe, voy de inmediato.

Fin de llamada

Luego de esa llamada, me dirigí a rectoría para que me den permiso, el cual me dieron y en ese momento salí de una al hospital. Al llegar fui a recepción y me mostraron el consultorio en el que el doctor me necesitaba. Al entrar me encontré con mi hermana en la camilla y me le acerqué.

—Ali, ¿Cómo estás?.

—Bien, pero no me toques.

—Ali, por favor estoy angustiado, no estés enojada.

Un amor nada comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora