El amor de la Serpiente

1 - Primer encuentro

Es asombroso cómo crecen las mentiras. Uno empieza con una pequeña mentira que parece fácil de ocultar, pero de pronto se encuentra acorralado y cuenta otra. Luego otra. ~John Grisham.
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James contaba con 5 años la primera vez que escuchó nombrar a Lord Voldemort, lo recuerda con claridad pues ese mismo día se lo prohibieron repetir, un nombre que pasó a ser tabú, pero demasiado tarde pues ya se había alojado en el fondo de su cabeza y para siempre.

Con 8 le costaba comprender el porqué del miedo, para él sólo era un hombre malo como los de los cuentos de su padre, y estos finalizaban con la derrota del villano, no sabía que así no funcionaba la vida real.

Tres años después entraba a Hogwarts, y junto con los otros niños inundados en curiosidad aprendieron quién era Voldemort y porqué la sola insinuación de su presencia hacía temblar al más valiente.

Ya tenía 12 cuando por fin lo comprendió, cuando vio frente a sus ojos la crueldad de ese nombre, cuando un ser inocente murió.

Un año más y se escabullía a escuchar las reuniones de la orden del fénix.

Y en las vacaciones de verano luego de cumplir los 17 sería cuando lo conociera, tendría al hombre al que todos temían a su lado.

Pero bueno, en realidad sería Tom Ryddle, pues no descubriría la verdad hasta mucho después.

Bastarían solo unos días para que se besaran, dos meses para que follaran y un año para que le rompieran el corazón.

Dos para que naciera su hijo y otro para perder al amor de su vida.

Y serían 16 los que le tocaría esperar para recuperarlo.

Pero hay que elegir un punto para empezar la historia, y si bien tuvo su origen esa noche a los 5 años de James, está iniciará en la boda de Narcissa Black y Lucius Malfoy, bueno tampoco allí, en realidad inicia en el segundo en que James se deja convencer de Sirius Black.

—Sigo preguntándome por qué quieres asistir a esa boda Canuto —exclamó James poco contento, aun así continuaba arreglándose.

—Nada como ver florecer el amor —James lo miró irónico desde su puesto.

—Quién pensaría que Sirius Black creía en el amor.

—Tengo un corazón James —respondió Sirius mientras intentaba atrapar los zapatos que James había hechizado para que corrieran cada que Sirius intentaba acercarse—. ¿Puedes? —dijo señalando los zapatos.

— ¿Me dirás la verdad?

— ¡Está bien! —se resignó Sirius lanzándose dramáticamente al sillón—. Pero antes promete que no te burlarás.

—No prometo nada —Sirius resoplo diciendo algo que James no alcanzó a comprender—. ¿Canuto?

—Me gusta alguien. —James se detuvo inmediatamente de acomodarse la túnica para observar a su amigo.

— ¿Lo dices en serio? —preguntó James acercándose. Sirius asintió un poco sonrojado—, ¿Marlene?

—No —fue la única respuesta.

— ¿Estará esa persona en la fiesta?

—Es lo más probable —En la cabeza de James se creaba una imagen de quien podría ser, pero como buen amigo esperaría hasta que Sirius se sintiera comodo para compartir esa información.

— ¿Y para que supone que es mi presencia allí?

— ¿Mi consuelo por si todo sale mal?

—Lo haré solo porque soy el mejor amigo del mundo.