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Estos sin duda eran los tres minutos más largos de toda mi existencia, caminé alrededor de la sala por quinta vez cuando un sonido proveniente de mi celular me alertó que el tiempo ya se había cumplido.

Sentí mis piernas temblar mientras caminaba a la mesa, dos líneas color rosa afirmaban mi sospecha, estoy embarazada.

Ahora el temblor era en todo mi cuerpo y las lágrimas se acumularon en mis ojos rápidamente, con mis manos temblorosas limpié mis ojos y luego las dirigí hacía mi vientre sin poder creer que dentro de mí y en este instante, hay otro corazón formándose en mí interior.

¿Me sentía lista? No ¿Sasuke estaba listo? Absolutamente no, pero sin duda y después de 4 años viviendo juntos, estaba completamente segura que podríamos con esto.

Mi celular vibró en ese instante, un mensaje de Sasuke.

Voy camino al hospital, al parecer los resultados no son positivos.

Guardé el test positivo en mi bolso y salí del apartamento para ir al hospital en donde se encontraba Sasuke.

Cuando entre a la sala de espera el ambiente fue desolador, Sasuke se encontraba sentado observando el piso, su mirada se veía pérdida, Itachi conversaba su semblante de tranquilidad absoluta pero el señor Fugaku tenía sus ojos enrojecidos.

Me acerque con lentitud sin querer pensar lo peor. Itachi fue el primero en percatarse de mi presencia.

-Hola Sakura –

-¿Qué ocurre? – dije preocupada- ¿Los exámenes de Mikoto salieron bien? –

Itachi me sonrió y negó con su cabeza.

-Al parecer, después de 3 años sin nada, el cáncer ha decidido volver y ahora está ramificado por todo su cuerpo –

Cubrí mi boca para evitar soltar el grito de horror que quiso escapar de mis labios.

-No puede ser – retrocedí alejándome de Itachi y observé a Sasuke que seguía sin percatarse de mi presencia –

Las probabilidades que la sometieran a tratamiento de quimioterapia eran bajas, si la enfermedad estaba ramificada en todo el cuerpo sería cuestión de un par de años o en el peor de casos, un par de meses.

Me alejé de Itachi y fui hasta donde estaba Sasuke, me senté a su lado y solo ahí se percató de mi presencia. Tomé su mano con fuerza.

-Itachi ya me lo ha dicho, lo siento – dije colocando mi cabeza en su hombro - ¿Comenzará con la quimioterapia? –

Sasuke negó con la cabeza.

-No quiso, las probabilidades tampoco eran favorables, se quedará en observaciones unos días y quizá la envíen a casa –

Las lágrimas llegaron a mis ojos de inmediato, lo que Sasuke me estaba diciendo me rompió el corazón. Mikoto se había vuelto una amiga, una tía, una madre, era simplemente una mujer asombrosa y jamás podría dejar de tener admiración por ella.

La noticia de Mikoto había roto por completo mi corazón y entonces recordé la noticia de esta mañana, instintivamente lleve mis manos a mi vientre.

-¿Sigues enferma del estómago? –

Quité mis manos de mi vientre como si el contacto quemara y mire a Sasuke que me observaba desde el asiento del conductor, pues íbamos en el auto.

-No, no lo sé realmente, hoy no he tenido molestias – dije intentando ocultar lo que ya sabía desde hoy –

Sasuke volvió a guardar silencio hasta llegar a casa. En el apartamento lavé un plato de fresas y decidí que esa sería mi cena, pensé en el pequeño o pequeña que crecía en mi vientre y me sentí culpable por alimentarme tan mal.

Decidí que era mi turno de tomar un baño, entre en el cuarto y Sasuke ya estaba acostado en la cama observando a la nada.

-¿No cenaras? – Sasuke negó con la cabeza –

Entre en la ducha a darme un baño, ahora que sabía que estaba embarazada no podía dejar de tocar la parte baja de mi vientre con ternura.

Cuando entre en mi oficina Ino ya se encontraba allí con una caja de donas.

-¿Cómo se encuentra Mikoto? – dijo Ino con media dona en la boca –

Rodé mis ojos al ver la imagen de Ino así, desde que tuvo a Inojin se viene quejando que no puede bajar esos kilos demás, que a mi parecer, no le quedan para nada mal.

-Quedo internada en el hospital, no le harán tratamiento, solo medicamentos paliativos para el dolor –

-Eso es una mierda, lo siento tanto- dijo Ino con la boca llena mientras tragaba la mitad de dona que tenía hace segundos en la boca –

Me senté en frente de ella y le quité la caja de donas.

-Dios, los antojos del embarazo me tienen mal – dijo intentando sacar una dona pero se lo impedí –

-Ino, Inojin tiene 8 meses – dijo sacando una dona – tu caja de donas estará mejor conmigo porque puede que ahora esté teniendo un antojo –

-Para tener antojos debes estar embarazada –

Le di un mordisco a la dona, tragué y sonreí. Ino me observaba confundida, intentó quitarme la caja de donas otra vez pero lo impedí.

-¿Y quién dijo que no estoy embarazada? –

-Frente tú no... ¿tú sí?...oh por dios –

Ino se levantó rápidamente de su asiento y corrió hasta el mío para entre lágrimas abrazarme, entre lágrimas también le correspondí.

-Lo supe ayer – dije limpiando las lágrimas de mi rostro –

-¿Y Sasuke como lo tomó? –

-No lo sabe aún, ayer también ocurrió lo de su madre, sé que no tenía cabeza para pensar en algo más –

-¿Soy la primera? – Asentí y ese fue el fin, Ino comenzó a dar saltos de emoción mientras chillaba– Es que es increíble, yo fui madre, Hinata tiene 8 meses de embarazo y ahora tú ¿Cuánto dijiste que tenías? –

-El test marcó tres semanas –

Y volvimos a abrazarnos y a gritar juntas esta vez. 

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OMG 

He vuelto con la segunda parte de FSP, no la tengo terminada aun pero iré actualizando muy seguido <3. 

Estoy feliz de volver con esta segunda parte porque FSP sigue siendo mi historia favorita (de las que he escrito) y espero pronto publicar una historia nueva, tengo tantas ideas pero me niego a escribirlas no sin antes publicarles la segunda parte de esta historia. 

Que disfruten <3. 

Fingiendo ser plebeya  P.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora