VI

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-Vamos frente ¿Por qué no quieres saber el sexo del bebe aun? –

Ino estaba frente a mí sentada en mi oficina mientras me mostraba desde su computadora un montón de ropa de recién nacidos, ella insistía en que sería niño, porque ella tenía uno y Hinata acababa de dar a luz a otro, pero algo dentro de mí no se convencía de eso aún.

-Porque quiero decirle a Sasuke lo del embarazo primero y que ambos nos enteremos al mismo tiempo, Ino –

-¿Y cuándo se lo dirás a Sasuke? –

Suspiré agotada, decirle a Sasuke lo del embarazo era en todo lo que podía pensar y había decidido hacerlo cuando regresara de Corea.

-Cuando regrese de Corea, Ino – respondí nerviosa – no pasara de eso –

Sasuke se había ido ayer a Corea a salvar el trato que creían perdido, al parecer, había una posibilidad de que los clientes cambiaran de opinión y Sasuke, Itachi y Naruto no desperdiciarían esa oportunidad.

El timbre del apartamento sonó, me levanté a abrir la puerta mientras masticaba un tomate cherry... no sé me ocurría quien podría ser un sábado por la tarde.

Abrí la puerta e instintivamente la cerré al instante.

-¿Qué haces aquí Sasori? – grite a través de la puerta –

-Sakura, solo quiero hablar –

Coloque mis manos sobre mi pecho para intentar calmar mi respiración ¿Qué hacía Sasori aquí? ¿Cómo se le había ocurrido venir a mi apartamento?

-Sasori lo siento, no puede ser aquí – volví a gritar para que pudiera escucharme a través de la puerta – Por favor, te pido que te vayas, no quiero llamar a la policía –

-Está bien Sakura, solo realmente me gustaría tener la posibilidad de una conversación contigo –

Bajo la puerta Sasori dejo su tarjeta con su número. Observé por el orificio de la puerta como se retiraba y suspiré de alivio.

Fui rápidamente por mi celular y sabía que Sasuke me odiaría por esto, pero decidí llamar a Gaara.

Gaara acababa de salir de la academia de policías, si alguien podría ayudarme a obtener un poco de información sobre Sasori era él, necesitaba saber cuándo Sasori había vuelto a Japón, donde estaba viviendo, que estaba haciendo aquí, lo que fuera, y Gaara era el único quien podría ayudarme.

Sasuke si supiera obviamente estaría furioso, Gaara jamás se había rendido conmigo, incluso luego de haber retomado mi relación con Sasuke, Gaara siguió insistiendo en invitarme a salir, en ser mi amigo y estar cerca de mí.

A los meses se fue de la ciudad porque había decidido convertirse en policía pero cuando volvió su insistencia fue aún más y aunque le deje en claro que mi relación con Sasuke era sólida, él me aseguró que siempre esperaría por mí. Claro que Sasuke lo toleraba cada vez menos, si no le había dado un golpe aún pienso que es por la amistad que tenemos con Temari y Shikamaru.

Los pelirrojos son algo intensos.

-¿Sakura? – la voz de Gaara me demostraba que estaba sorprendido por mi llamada –

-Gaara, hola – intenté sonar relajada - ¿Nos tomamos un café? –

Nos citamos con Gaara en la cafetería de Temari, estaba lleno de universitarios con sus apuntes y un sentimiento de nostalgia inundo mi corazón y por un instante volví a tener 21 años y estaba conociendo a Sasuke y Naruto.

-Te ves bellísima –

El comentario de Gaara de inmediato me hizo sonrojar, así era Gaara después de todo, siempre destacando lo hermosa que estaba, sin importar si Sasuke estaba frente a él o no.

-Dios Gaara, basta – dije soltando una carcajada amistosa –

Me senté frente a él, una mesera nos llevó café para Gaara, un jugo natural para mí de naranja y dos trozos de torta.

-¿Y Sasuke? – preguntó con curiosidad –

-En Corea por trabajo – levanté mis hombros con resignación - ¿Qué tal todo en el cuartel? –

-Tranquilo por el momento – dijo como si eso fuera aburrido – pero sinceramente lo prefiero así–

-Eso es bueno – sonreí con sinceridad –

-¿Las cosas con Sasuke están bien? Supe que su madre enfermó –

Asentí.

-Su madre enfermó otra vez y en esta ocasión no le harán tratamiento – dije con tristeza mientras observaba mi brownie – Y a Sasuke le cuesta obviamente, sé que parece un hombre fuerte e indestructible pero le está afectando más de lo que pensé...hay veces que no sé cómo llegar a él – la tristeza me había inundado por completo – No sé qué decir, rechaza mi presencia casi por completo –

Gaara tomó mi mano y eso gesto me sorprendió, de inmediato la incomodidad me invadió.

-Claro, entiendo que no debe ser fácil lo de su madre – quité mi mano con sutileza para tomar el vaso de jugo – solo es un momento difícil que tenemos que aprender a superar – sonreí para tranquilizarlo –

Gaara negó con su cabeza y una sonrisa de resignación se asomó por sus labios.

-¿Sigues locamente enamorada de él, no? –

-Siempre – admití con vergüenza sintiendo como mi cara comenzaba a arder –

-No sé qué podría tener de especial Sasuke, Sakura –

Negué con mi cabeza mientras acababa mi brownie, no respondería ni entraría en el juego de Gaara.

-No estoy aquí por Sasuke – dije observándolo a los ojos – hay alguien... Sasori –

Gaara abrió sus ojos con sorpresa, él sabía perfectamente quien era Sasori, así que supongo que estaba sorprendido de que lo estuviera nombrando.

-Ha vuelto a la ciudad, no sé cuándo ni que pretende, pero lo vi en el supermercado hace unas semanas y hoy fue hasta mi apartamento –

-Ese infeliz – dijo Gaara con rabia - ¿Qué quería? –

-Al parecer solo quiere conversar conmigo, es hasta el momento la intención que ha manifestado pero no me fio ¿entiendes? –

-¿Quieres que lo investigue? –

Ahora fui yo quien tomó las manos de Gaara y con una mirada suplicante asentí.

-Si pudieras conseguirme información, la que sea, donde está viviendo, si está trabajando, lo que sea, lo apreciaría mucho –

Gaara sonrió y se acercó un poco más a mí.

-Sabes que por ti, haría lo que fuera- 

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AYYY 

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Fingiendo ser plebeya  P.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora