Fingiendo ser plebeya P.2

VII

Cuando Ino supo que Sasori había ido a mi apartamento no le tomó ni dos minutos en enloquecer.

-Debes ir a quedarte conmigo hasta que Sasuke vuelva –

Negué con mi cabeza mientras la observaba, se veía preocupada.

-Ino, tienes un hijo y un esposo en casa, no iré a ser una molestia –

-No eres una molestia Sakura, entiéndelo- Ino se levantó de su asiento molesta mientras me observaba – Crees que eres una molestia pero lo único que quiero es cuidarte, ya no eres solo tú, tienes un niño en tu vientre ahora y debes protegerlo –

-Lo sé Ino, es por eso que he hablado con Gaara, él está consiguiendo toda la información que pueda de Sasori, me la dará en algunos días –

-¿Gaara? ¡Debes decirle a Sasuke! –

-Ino, está en un viaje de trabajo y estoy seguro que no deja de pensar en su madre, no puedo darle otra preocupación...-

-Basta Sakura, lo siento pero si no estuvieras embarazada te daría un golpe ¡Debes preocuparlo! Sé que Sasuke tiene mucha mierda encima ahora mismo pero joder, eres su mujer, serás la madre de su hijo ¡y Sasuke ni siquiera lo sabe! y si corres peligro es él quien debería saberlo, no el idiota de Gaara que lo único que está esperando es una oportunidad de meterse entre tus piernas –

-¡Ino! – Dije levantándome de mi asiento también – No vuelvas a insinuar algo así, sabes que jamás podría estar con Gaara, es Sasuke a quien amo –

-Já, acabo de defender a Sasuke – dijo Ino rodando los ojos en señal de ironía – Pero tengo razón Sakura, y ahora mismo no quiero seguir hablando contigo –

Ino salió de mi oficina en dirección a la suya supongo. Genial, ahora ella está molesta conmigo.

Atendí a los pacientes que me quedaban y decidí ir a visitar a Mikoto al hospital.

Ella dormía plácidamente en su cama, tenía sus brazos llenos de morados, seguramente le tendrían que inyectar medicamentos para calmar el dolor y eso me llenaba el corazón de tristeza. Su rostro estaba pálido y tenía ojeras.

-Hola –

Itachi entró en la habitación con un café en su mano.

-No sabía que vendrías, te hubiese traído uno – dijo señalando su café –

Sonreí para tranquilizarlo, él se sentó a mi lado y ambos observamos a Mikoto.

-No se ha sentido bien estos días – dijo Itachi señalando los brazos de Mikoto – por eso está dormida –

-¿Sasuke lo sabe? – pregunté preocupada por él –

-Por supuesto, llama a diario para saber de mamá y no soy capaz de mentirle –

Una punzada lastimó mi corazón y de inmediato mis manos se colocaron sobre mi vientre, Sasuke se había ido viernes por la noche a Corea, hoy era lunes y no me había llamado ni una sola vez, solo un par de mensajes en todos estos días.

-Estoy embarazada – dije sin poder detener mis palabras –

-¿Qué? – Itachi volteó a mirarme mientras yo seguía mirando a Mikoto –

-Estoy embarazada – repetí sin observarlo – Sasuke no lo sabe por supuesto –

Itachi sujetó de mis brazos sin fuerza para que lo observara.

-¿Sakura es en serio? – él me observaba a los ojos –

-Sí – dije observándolo a los ojos - ¿Sabes por qué no se lo he dicho? –