Intentare ayudarte -TR

5.

Sueño/Realidad

Se me cayo la piedra.

«¿¡Dónde, cuando, cómo, qué?!»

No puede ser. La única pandilla de por aquí cerca era la Tokyo Manji ¿no? ¿Ella era Novia de uno de ellos? ¿Alguno de los que conozco tenia novia? ¿si quiera se menciono?

Parece que las otras malentendieron mi asombro y empezaron a alardear.

—Así es —salió siguiendo a su amiga.— Su novio, y también mi amigo, es miembro de "esa" pandilla ¿Ahora te das cuenta a quien molestaste?

Caminando como si fueran reinas se acercaron al chico de antes.

— ¿Tú también debes saber sobre esa pandilla verdad? —extendió su bebida y la de su amiga— agárranos las bebidas mientras arreglamos esto.

Este se quedó callado. Las miraba molesto y sin apartar su manos de encima de la caja.

— Hey ¿es que acaso no las vas a agarrar? Si no quieres tener problemas conmigo y mi novio más vale que cumplas "tú rol"

Esta vez prácticamente tiro las bebidas en su pecho soltándolas, por inercia el otro las agarro, tal parece que si era verdad. Volteando a verme.

Trague duro. Si es novia de alguien de alto cargo me jodo, capaz puede venir con todo su batallón o hasta inclusive con otros capitanes. No quería tener conflictos con nadie, mucho menos con una pandilla, peor, ¡con esa pandilla! ¡Yo solo quiero ayudar a Takemichi!

— ¿Qué cargo es?

Antes que entrara más en pánico pregunte, disimulando mi miedo.

«¡Que no sea alto! ¡Que no sea alto!»

— ¿Que? ¿Cargo? ¿De que hablas? —arrugo la nariz confundida,— él es un gran integrante de la pandilla y listo. Para que lo sepas, tiene peleas a cada rato con otras escuelas, además que pide cuotas a los estudiantes y...

—¡Puf!

Intente taparme la boca con la palma de mi mano para tener un momento serio pero no pude retenerme más.

— Jajajaja

Me empecé a reír tapándome la cara sin poder creérmelo. Todos me miraron raro. Realmente pensé que seria alguien del manga que me había olvidado, inclusive de alto rango, pero si no tiene cargo y mucho menos menciono nada de su división, quiere decir que solo es un integrante normal. 

Tosí un poco dejando de reír.

—Bueno, es normal, eres un simple extra después de todo —me encogí de hombros.

Empezaron a tirarme una ola de insultos inmediatamente después de hablar, volviendo a sacar el tema de que por ser menor yo tengo que servir al mayor blah, blah, blah...

— Me importa una mierda si eres mayor o no que yo —las interrumpí ya harta— vuelven a tocar a esos gatos y en sus asquerosas boca meteré sus eses hasta que terminen como un pavo rellenado.

Ambas se confundieron al verme ahora sin una pisca de temor, pero la molestia remplazo su confusión en un instante.

—Hablas como si no tuvieras miedo... —torcía la boca enfadada— ¡Seguramente no sabes nada del tema!

—En cierta parte hay razón, pero mayormente aun sigues equivocada —puse mis manos en mi cadera confiada.

Ambas apretaban los puños sin ya acercarse por mi amenaza. En eso recordé algo acerca de las pandillas, y que mejor cerrar la discusión que presumiendo.