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(..)

— ¿Eres extranjera verdad? ¿De donde eres?

Nuevamente invadiendo mi espacio personal, una de las chicas que vi cuando me presente me reventaba el oído derecho. Sonriendo plásticamente me quede en silencio.

—¿No me entiendes? Tú, de donde ser, nacer tú, de donde tu venir, lugar.

Sonreía agarrando la poca paciencia que se queria escapar. Desde el primer receso me estaban mirando con su grupito de amigas queriéndo acercárseme. En el segundo como que algunos se me acercaron hablandome llamándoles la atención, y ahora en la reciente sagrada hora del almuerzo no me dejaban en paz.

—Esperen, esperen, miren esto, ¿you speak japases? ¿lo dije bien? 

Matandose de la risa note que en el reloj encima de la pizarra ya habian tomado 8 minutos de mi vida.

—Lina, creo que no nos entiende, —una de las chicas con el pelo teñido hasta la mitad bufó ya cansada de que no respondiera— es inutil hablar con alguien que ni siquiera puede presentarse así misma.

Intercambiaron carcajadas entre ellas mirándome con lastima.

—Bueno, lo peor de todo no fue que alguien la presentará en si, —se tapó los labios de manera burlona aguantando la risa—si no que ese alguien fuese Baji-kun.

Riendose en mi delante como si hubieran escuchado el chiste más gracioso del mundo tan solo queria cargar el escritorio, poner a un lado los cuadernos, alzarlo sacudiendole el polvo y reventarles la boca con el.

—Imaginense que quien te presente ante todos sea el rarito del...

Un golpetazo a mi lado nos hizo saltar a todas. Mirando atonita al nombrado acababa de llegar.

—Aquí está el almuerzo.

Dejando de sostener el bento sobre mi mesa estaba de lo más tranquilo mientras regresaba a su asiento trayendo su silla y sentándose al frente mio sin importarle empujar a unas chicas que estaban ahí.

Las chicas y yo nos quedamos mirandolo.

—Baji-kun estamos conversando con la transferida hija de la amiga de tú mama y blablabla... Podrias...

—¿Que hora es?

Abriendo un termo pequeño, de un lado del bento saco dos vasos para ambos sirviendo té. Mientras la chica semi teñida le respondió de manera molesta y obvia.

—¿Las 12 del mediodía...?

—Ajam, exactamente las 12:38...—dandole un sorbo a su vaso suspiro tranquilo— Hora de almuerzo.

Y sin decir nada más empezó a terminar de desempacar el bento poniendo la comida de lado en lado acomodando los libros que tenía abajo de mi mesa.

Claramente ignoradas y sin poder decirle algo al respecto, el grupo de chicas se quedo unos segundos ahí paradas para luego dieran media vuelta saliendo del aula maldiciendo.

—¿No vas a comer?

Entre masticando me pregunto llenandose más la boca de comida.

—¿Por qué tú...?

Lo veía comer tan tranquilo que no me lo podia creer como las había botado de manera tan simple.

—Mi mamá... —tragando lo que masticaba volvía a jalar con sus palillos unos Nuggets— dijo que... compartiera este bento contigo. Me aburre tener que dividirlo "equitativamente", así que come lo que te entre y lo demás me lo das.

Intentare ayudarte -TRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora