Cap. 11 ~ Sueños y Metas

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Después de que Sunny terminara de comer su comida con ayuda de Polly, cosa que agradeció, sus amigos le enseñaron lo básico de como usar su nuevo teléfono, como tomar fotografías, hacer llamadas, mandar mensajes, y como agregar nuevos contactos, cosa que aprovecharon y cada uno le pasó su número para que Sunny los tuviera guardados por cualquier cosa.

—Y simplemente presionas este botón y así podrás llamarnos por si ocurre algo o simplemente por si quieres hablar, ¿de acuerdo? —dijo Hero mientras le explicaba a Sunny, a lo que este únicamente asiente.

—Te recomiendo que consigas el número de algunas otras personas de la ciudad que conozcas, uno nunca sabe en que momento te pueda ser de utilidad. —sugirió Polly.

—Y también porque puede que ellos quieran hablar contigo, que no te sorprenda si algún número desconocido te llama, algunos suelen pasar números a otros sin preguntar. —dijo Aubrey.

—Entiendo, gracias de nuevo. —dijo Sunny mientras seguía presionando botones en su teléfono como si fuera un niño con su juguete nuevo muy maravillado.

—Por cierto Sunny —habló Kel. —¿No te han dicho cuanto tardarás en recuperarte?

—Ten paciencia Kel, apenas y despertó hoy Sunny y ya quieres que se mejore. —dijo Basil.

—¡Pues claro que quiero que se mejore lo más pronto posible!, ahora que ya conseguimos arreglar todo no puedo esperar a hacer la cosas juntos que hacíamos. Sin mencionar que estar todo el día acostado debe ser muy aburrido, ¿verdad Sunny?

—Bueno. . .talvez lo sea, pero ya estoy algo acostumbrado a eso, por cuatro años para ser exactos. —respondió Sunny con una cara inexpresiva.

—Oh, cierto, lamento traerte esos malos recuerdo. —se disculpo Kel mientras se rascaba la parte trasera de su cabeza.

—No te preocupes, tampoco era una tortura realmente.

—A todo esto, ¿Qué hiciste exactamente esos cuatro años que estabas encerrado? —preguntó Aubrey.

Sunny se puso algo nervioso, pues sabía que por la preocupación que sentían ahora sus amigos asea el no sería buena idea decirles, pero tomando en cuenta que eso quedó en el pasado talvez y no habría problema en la actualidad.

—Yo solo dormía. . .mucho, comía. . .a veces, y ayudaba en labores de la casa. . .cuando mi mamá no estaba.

—. . .¿Y qué más? —preguntó Aubrey.

—. . .Solo eso.

—¡En serio era lo único que hacías por cuatro años! —exclamo Aubrey, mientras Sunny solo asintió nervioso.

—¿Pero qué hacías el resto del día? —preguntó Hero. —Debiste haber tenido mucho tiempo libre.

—Me la pasaba durmiendo.

—¿Y cuántas horas dormías al día?

—Creo que. . .20 horas. —respondió con total tranquilidad.

—¡20 HORAS! —gritó Aubrey.

—Ta-talvez sean 18, n-no recuerdo bien. —dijo Sunny para ver si restando unas cuantas horas los haría sentir más tranquilos. . .no fue el caso.

—Sunny, eso es muy malo para tu salud, solo debes dormir 8 horas y dormiste casi el doble por cuatro años. Definitivamente hay que cambiar ese hábito tuyo pero ya. —regaño Polly al chico, a lo que este solo asintió algo cabizbajo.

—¿Y recuerdas algo de tus sueños? —preguntó Basil.

Por supuesto que los recordaba, era su segunda vida y un lugar en donde vivió varias y divertidas aventuras, aunque más bien era su alter-ego el que las disfrutaba.

Esta Vez No Estarás SoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora