21: Viaje 3

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...

—Oigan... Dónde está Peridot!??—Preguntó Spinela mirando hacia todos lados.

—Tal vez fue al baño!—Respondió Perla tomándo el último sorbo de su vaso.

—Deberíamos ir también a ver si está!!

Las tres chicas se salieron de la pista de baile en busca de Peridot. Cuando llegaron al baño y revisaron todas las puertas se dieron cuenta que no estaba ahí, fue entonces que decidieron llamarla...

...

Pov Peridot

Salimos de aquel lugar sin que mis amigas se dieran cuenta. Caminamos entre toda la gente que estaba en la terraza y la feria hasta llegar al estacionamiento.

—Creo que nadie de los empleados nos vio, verdad?—Dijo ella, sacando las llaves de su auto para abrir la puerta.

—Ahm no creo, además hay demasiada gente como para que estén pendientes de nosotras.

—Si tienes razón, pero igual ve al copiloto y entra rápido.

Asentí y me di la vuelta para abrir esa puerta ya desbloqueada. Tomé asiento y me puse el cinturón, ella echa a andar su cherokee, nos fuimos de la feria, podía ver desde la ventana el mar y como el cielo iba cambiando de color, era demasiado hermoso.

Regresamos al hotel donde todos nos alojamos. Entramos por el estacionamiento subterráneo para dejar el vehículo.

—Ah! No estoy segura si llevarte a mi habitación, no quiero que mi tía nos pille...

—Am pues no es necesario que me lleves.—Le sonreí.

—Qué? Quieres hacerlo en mi vehículo acaso?—Rió bajito.

—No no!! No lo malentiendas!—Respondí con vergüenza.

—Hmm? Y porqué estás tan roja?—Se acercó y tomó mi mejilla.

—Ah...

Yo cerré mis ojos esperando a que ella diera el paso y me besara, pero no pasó aquello, cosa que fue algo inesperado.

—Ocurre algo?—Los abrí de nuevo y la vi con cierta preocupación.

—Pues...—Su rostro cambió de repente, de toda esa alegría que tenía se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos.—Creo que estoy muy cansada. Dejé todo al día para venir aquí sin problemas, pero...

—Pero?

—Suspiró y bajó la cabeza.—Olvídalo Peridot. Yo quería traerte hasta acá para estar contigo, nada más que eso.

—No sabes cuánto me hace feliz escucharlo.

Ambas acercamos nuestros rostros y ahi nos dimos un beso. Nadie podía saber que estábamos aquí, y yo no tendría problemas en entregarle todo ahora mismo. Sin embargo, su teléfono empezó a sonar y ella contestó.

—Disculpa.—Se echó para atrás y puso el teléfono en su oído.—Si?... Ya estoy aquí... Ahora?... Está bien... Si si, ya voy.—Colgó y soltó un suspiro.

—Qué pasó Margaret?

—Tendremos que dejarlo hasta aquí por ahora. Mi tía me llamó para que le hablara sobre el balance de este mes.

—Ya veo. Entonces regresaré a mi habitación...

—Lo siento Peridot... En verdad.

—Descuida Margaret. Mañana quizás podamos juntarnos.—Sonreí.

Abrí la puerta del Jeep y caminé hacia la puerta de entrada que está ahí mismo en el estacionamiento. Me dirigí al ascensor hasta el piso 15 donde está el comedor o cafetería, quería pedir algo para comer antes de devolverme a mi habitación.

Mi otro yo [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora