Mi otro yo [Lapidot]

7: Diferencias

Pov Peridot

No me he podido sacar esa discusión que tuve con Bismuto, después de eso simplemente no hemos hablado para nada y se me hace muy incómodo trabajar estando muy cerca de ella. La jefa hasta el momento no sabe de esto y creo que tampoco sería capaz de contarle, no quiero dar problemas sabiendo que soy alguien nueva aquí.

Me metí en un lío, se nota a leguas que Bismuto siente algo por la jefa... y yo me dejé llevar por las insinuaciones de ella, cosa que hasta ahora he dudado de si está jugando o va en serio.

Porqué se interesaría en alguien como yo? No lo entiendo.

...

Cuando terminó la jornada lo único que quería era volar de aquí y tirarme a la cama. Saqué mis cosas del casillero y me iba despidiendo de cualquiera quien se topara conmigo, entre ellos Amatista quien se acercó a mi y me dio un apretón de manos.

—Oye. Me acompañas hasta la salida?—Se acercó hasta mi oído para susurrarme.—Tengo que contarte algo.

La miré con un poco de asombro.—Eh, Okey. Vamos.

Ambas salimos por la cortina metálica de la tienda que estaba prácticamente cerrada pero tenía un pequeño espacio en donde pudimos salir. Ella me pidió que le acompañara a la panadería de la esquina para comprar unas donas y luego de eso nos acomodamos en una banca, a unas 3 cuadras de la tienda.

—Donas rellenas con chocolate!!—Abrió su boca y se metió la mitad de una dona.—El mejor placer del  mundo sin duda es la comida!! No es así, Peridot?

—Ah... Si...—Sonreí con un poco de nervios.

—Bueno.—Se come rápidamente la otra mitad de la dona y en cuanto termina se acomoda un poco para después poner toda su atención en mi.—Si te traje acá es para hablarte de algo que puede ser importante para ti.

No puedo negar que me entra gran curiosidad, pero es posible que sepa más o menos de que se trata.

—Pues dale, soy toda oídos.

Su semblante cambió repentinamente a uno más serio. Los ojos color café oscuro profundos estaban intimidando a los míos por así decirlo.

—Me imagino que tu compañera de sección no está del todo a gusto con tu prescencia, verdad?

—Así es.—Suspiré y bajé la vista.—Tuve una pequeña discusión con ella en la mañana.

—Me lo imaginaba. Todos han estado hablando sobre ti y que terminaste "conquistando" a la jefa Margaret de primeras, eso le cayó gordo a Bismuto porque al parecer se lo mencionaron poco después de que tú te fuiste de la tienda el día de ayer.

—Pero yo no he hecho tal cosa! Es la jefa que se me ha insinuado desde el primer día! y pues no he sabido como reaccionar...

—Te gusta, verdad?—Me miró fijamente.

Sentí como ambas mejillas se acaloraban a más no poder debido a la pregunta. Fue ahí que volví a cuestionarme si realmente me gustaba sentir esta extraña atracción por ella... No he tenido la fuerza para decirle que no, porque en el fondo también buscaba una relación de este tipo sin que nadie me juzgara o me hiciera sentir mal. Pero... sabía que en algún momento tendría esta clase de problemas, la jefa es atractiva, es obvio que va a tener a alguien que esté interesado y pues a diferencia de Bismuto estoy muy por debajo.

Aún así... Porque me eligió?

—Si...—Respondí sin mirarla.

Cada vez que me llama no puedo evitar sonreir, porque se que a lo mejor caerá a mis brazos y podré tocar sus labios, abrazarla, perderme en el sabor de su boca...