30: Ajustar

448 57 44
                                    

Pov Peridot

Durante el trayecto de vuelta a casa no podía evitar mirar por la ventana de atrás si es que ella me estaba siguiendo, lo hice casi todo el viaje y no se como tomármelo.

-Gracias.-Le di el dinero al chófer y salí del taxi, aún con esa sensación de que a lo mejor su Jeep estaría a unos metros de aquí.

No Peridot. Ella no te está siguiendo.

Todavía mi cuerpo está temblando y siento como mi alma se cae a pedazos, estando consciente me sorprende que no haya sido capaz de detenerme por mi misma. Insisto, si no fuera por Bob yo...

Ya no quiero recordarlo.

Mientras me acercaba a mi departamento con unos pasos que no podía sentir la firmeza de siempre fue que mi mente quedó en blanco, tal vez mi propia consciencia lo decidió así, que lo mejor es desconectarse de la realidad y buscar una salida a esto.

Pero qué salida tengo? No más veo problemas conforme más pienso.

Es imposible, no puedo tener la mente en blanco.

...

Abrí la puerta y vi que también está Spinela, no pude ni siquiera emitir alguna emoción de sorpresa por ello, atiné a caminar en dirección al baño y pensar en ese metro cuadrado. Detrás de la puerta escuchaba a Spinela y a Bob preguntarme que me pasaba, la verdad es que ni podía abrir la boca, todo era miedo para mi y traté de calmarme como pude, no quería explotar en llanto y preocupar a las demás.

Finalmente logré enfriar mi mente y pensar más detenidamente, mi mayor miedo era que Margaret tomara cartas en el asunto y me llevara a la cárcel porque si puede pasar, aunque realmente sería capaz de hacerlo?

Quería confiar que no, entonces fue que me calmé un poco y lavé mi cara para verme en el espejo. Ahora más que nunca necesito ser fuerte porque Lapis y Bob son mi prioridad, quiero ayudarlas en todo lo que pueda hasta que logren estar felices.

Qué extraño, cuando pienso en eso es como si mi cuerpo se llenara de motivación.

Abrí la puerta del baño y ahí estaban muy preocupadas, las miré por un par de segundos e intenté sonreirles.

-Disculpen. Necesitaba venir con urgencia acá y pues ya me siento mejor.-Me rasqué la nuca y les mostré mis dientes.

-En serio Peridot!? No te creo mucho.-Dijo Spinela, entrecerrando sus ojos y cruzándose de brazos.

Tengo un poco de desventaja al saber que está aquí, como me conoce bien se le hace más fácil interpretar mis emociones.

No puedo ser tan evidente con esto.

-Si tranquilas! Ah! Hay algo para comer? Me muero de hambre!-Traté de hablar con la mayor energía posible y así despreocuparlas por completo.

-Ah s-si! T-Te dejé un plato para que c-comas.-Respondió Bob, forzando una sonrisa ante mi.

-Genial! Entonces iré a comer!

Y así, disimulé a la perfección ante mis amigas que todo fue un malentendido de mi parte y espero que se hayan quedado conformes, sobre todo Spinela.

...

Me levanté para cumplir mi último día de semana en el trabajo. Se me hizo complicado salir de mi cama puesto que las chicas durmieron conmigo y como estaba en medio prácticamente salí gateando de ahí para no despertarlas. Al menos pude dormir...

Estiré mi cuerpo, me bañé, me vestí y comí algo antes de salir. En cuanto puse el primer pie afuera del departamento comencé a sentirme mal, fue una reacción inmediata en donde aquellos pensamientos me atormentaban constantemente por lo de anoche.

Mi otro yo [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora