33: Despertar

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...

—Sabes Lapis, amo tanto a esa chica que cualquier cosa relacionada a ella me vuelve un ser vulnerable, incapaz de razonar cuando la tengo en frente. Nunca creí que alguien como yo pudiera querer a otra persona, y lamento si te he causado problemas por esto.

...

Pov Lapis

Aquellas palabras de Bob resonando dentro fueron un detonante para recordar ese pasado tan doloroso, lo que alguna vez fue una dicha enamorarse se transformó en pesadilla y malos tratos. Me preguntaba muchas veces que haría si lograra soltarme de las cadenas que me ataban a él queriendo con desesperación encontrar una respuesta, al final dependí de alguien más para salir, una mano que fue extendida con el propósito de sacarme de ese infierno.

Enamorarse es un arma de dos filos, y ya lo he experimentado dos veces.

Pero... Esta tercera vez no soy yo quien está enamorada, si no mi otro yo.

Siento mucha curiosidad porque es un sentimiento demasiado puro, ni siquiera yo puedo explicarlo bien ya que solo soy receptora de lo que siente Bob, y a pesar de que muchas veces permanezco en la nada mis ojos del interior pueden ver a través de ella.

...

Desperté con mi brazo derecho completamente dormido, estaba cargando gran parte de mi peso y fue demasiado incómodo ese cosquilleo. Cuando abrí por completo mis ojos y miré hacia todos lados me percaté de que ya no estaba en la cabaña, si no que en el departamento de Peridot.

En qué momento regresamos?

No tengo ningún recuerdo del último día de ese pequeño viaje, apenas se que habían llegado sus amigas y después Bob se le confesó. No se si el delirar tanto por lo que podría pasar a futuro hizo que el tiempo transcurra más rápido, o simplemente permanecí dormida en la nada como suele pasarme seguido.

—Bob. Puedes escucharme?

Fue aproximadamente un minuto que tardó en responder, al hacerlo fue como si su voz estuviera alejada de mi.

Si Lapis, aquí estoy.—Respondió.

Miré hacia la puerta de la habitación y parecía que ella estuviera en el marco de la puerta apoyada, mirándome fijamente de brazos cruzados y con un semblante iluminado. La vi sonreír en mi loca imaginación.

—B-Buenos días...—Tartamudeé y me acomodé en la cama quedando sentada.—Pasó algo mientras estaba ausente?

Ella desvió su mirada para fijarla en el suelo, sin alterarme ni nada el corazón empezó a bombear más rápido de lo normal. Llevé mi mano derecha al pecho con la intención de calmarlo y traté de respirar pronfundo.

Nada malo, creo que las cosas pueden ir mejor a partir de ahora. Solo puedo decir eso.—Volvió a sonreír.—Por cierto Lapis, me gustaría que nos planteemos la idea de buscar un trabajo, no me gustaría depender al cien de Peridot, también quiero aportar... Tú me entiendes.

—Ah... Si si entiendo, y creo que tienes razón.

Entonces que tal si salimos a buscar algo hoy? Peridot ya se fue a trabajar así que de más que tenemos tiempo para cocinarle algo, eso si, tú le vas a cocinar hasta que aprenda bien, vale?

—Bien.—Asentí.—Tomaremos una ducha y desayuno para luego salir.

Gracias Lapis.

Una calidez recorrió mi cuerpo, imaginé a Bob dándome un abrazo por haber aceptado su petición, siento su felicidad demasiado radiante... Quizás...

Mi otro yo [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora