29: Recaída

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Pov Peridot

He estado todo el día inquieta con impaciencia y nerviosismo junto, al saber que volveré a hablarle ni siquiera se como voy a reaccionar. Cuando salí del vehículo de Perla no fui capaz de mirarle aunque no recuerdo bien si me dijo algo.

Ahhh!! Porqué mi mente tiene que recordar eso?? Cuando tuve relaciones con ella!!?? Ahhh!!

—Peridot!—Me habló mi jefe, tocándome el hombro.

—Ah jefe disculpe!

—Ya es hora de cerrar, tienes que ayudarme a con la cortina.

—Si si! Voy!

Fui a buscar mi mochila y ordené un poco antes de salir con el jefe. Estando afuera agarré fuerzas y bajé la cortina para poner los candados, recuerdo que al principio pensaba que era fácil pero esta acción me hace ocupar toda la poca fuerza que tengo.

Debo pensar en comprar unas mancuernas y hacer ejercicio.

—Bueno. Nos vemos mañana Peridot.—Me sonrió.—Segura que no quieres que te deje a tu casa?

—No jefe descuide, ahora tengo que ir a otro lado.—Me rasqué la nuca y sonreí.

—Ok. Cuidate.

—Igualmente jefe que descanse!

Caminé un poco en lo que veía por mi teléfono la dirección exacta, después revisé que bus me dejaría cerca de ahí, tenía que caminar dos cuadras y en la esquina me pararía el bus.

Los nervios fueron en aumento, tanto así que de forma constante me negaba que debía ir, que mejor le digo me siento mal y simplemente no voy. El problema es que me preocupa su estado, lloró mientras hablaba casi suplicando que fuera. Que me lo pida de esa forma...

Me confunde.

Es mejor que me saque la duda.

...

Llegue a la calle, solo quedaba caminar un poco y dar con el número de la casa particular, miraba cada enumeración por los buzones hasta que di con el. Me acerqué a la puerta y toque el timbre, inspiré y boté aire para calmar un poco mi ansiedad.

—Peridot! Tanto tiempo sin verte.—Se acercó y me dio un abrazo.

—Nancy que sorpresa!

—Para mí también lo es! Y dime que haces en casa de mi madre?

—Ah?—La mire con sorpresa.—Bueno es que... M-Margaret me dio esta dirección y pues...

—Entonces si se dio el valor de hablarte. Vaya... De momento ella no ha llegado aún, salió sin decir dónde iba, de hecho estoy cuidando a su hija.

—Oh... Y cuando crees que se tardará?

—La verdad no sé, últimamente ha andado muy acelerada, como que quiere hacer todas las cosas el mismo día, según ella el trabajo la tiene así, pero de que sea verdad lo dudo.

Entonces si es cierto.

Margaret no está bien.

—Si quieres pasa y mientras la esperas te sirvo algo.—Nancy se hizo a un lado para que yo pasara, le di las gracias y el permiso para entrar.

Me senté en el sofá y crucé mis manos, todavía muriendo de nervios y con más incertidumbre. En eso fue que escuché unos pequeños pasos que venían a toda prisa donde estaba, al levantar la vista para ver de quien se trataba fue que la reconocí.

Es la hija de Margaret.

Se podría decir que es la primera vez que la veo de frente y realmente tiene un parecido a su madre, primeramente la forma de su cabello abundante con las puntas onduladas que le hacian ver una bonita melena. Sus ojos azul pero oscuros, también los sacó de ella. Literalmente es una version chiquita de su mamá.

Mi otro yo [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora