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~Este capítulo no esta ambientado en la historia original~
Emma Sano, que decir de esta chica. Era dulce, amable, inteligente, sociable, buena amiga, en fin, tu crush, si, tu crush desde que tenías 12 años.
Par ti Emma siempre fue alguien inalcanzable, mientras era ella luz y alegría tu eras todos lo contrario. A eso súmale que estaba enamorada de tu hermano Draken y él de ella, o eso creías.
Con el tiempo entendiste que no era más que un amor imposible y debías hacerte a la idea de que era algo que no iba a suceder, además, ¿qué dirían los demás al enterarse de que a una mujer le gustaba otra? Simplemente terrible, te tacharían de rara o anormal y arrastrarías a Emma junto contigo. Era algo que no podías permitir.
Fuiste alejándote poco a poco de ella con la idea de que algún día tus sentimientos desaparecerían, cosa que no pasó. Parecía que cuanto más tiempo pasaba más caías enamorada de ella. Aún así lo intentaste, dejaste de salir con los amigos de tu hermano, ir a la casa de los Sano, no visitabas más a su hermano Shinichiro en su tienda ni respondías a sus llamadas.
Tu excusa era que tenías muchas cosas que hacer en la escuela, te ayudaba el hecho de que perteneces al consejo estudiantil y siempre hay algo por hacer.
Era obvio que algo pasaba y tu hermano lo noto pero lo dejo pasar ya que realmente no sabía como lidear con ello.
Pero el que no lo hizo fue Mitsuya, el cual ha sido tu mejor amigo desde que tienen 10 años.
- Oye Kyomi, podrás intentar aparentar con los chicos y tu hermano, pero sabes perfectamente que a mi no puedes ocultarle nada.
- ¿De qué hablas Mitsuya? Estoy bien.
- Deja de mentir se que no es así y me hago una idea del porque.
- ¿Y según tu qué es lo que me tiene mal?
- Eso tiene nombre y apellido. Emma Sano.
Te quedaste pasmada. ¿Cómo es que él lo sabía? Todo el tiempo tratabas de ser cautelosa, ¿fue por la vez que te le quedaste viendo embobada por unos minutos? ¿O fue la vez que le cocinarse un pastel porque tuvo un mal día? ¿O...?
- Deja de darle vueltas al asunto, en realidad no eres muy obvia ni nada de eso, solo que ya sabes, me gusta observar todo. En realidad, fue difícil darme cuenta de que te gustaba Emma, llegué a pensar que te gustaba Mikey o Shinichiro.
- Espera, ¿Por qué creías que ellos me gustaban?
- En mi defensa, te la vivías metida en casa de los Sano o en el taller de Shinichiro.
