- Entonces linda ¿Me dirás que hacías con ese maletín? - Te pregunto el hombre de cabello y ojos tonalidad morada mientras te apuntaba con un arma.
Te daba una mirada que jurabas podría ver hasta tus más profundos pensamientos y una sonrisa ladeada que te provocaba escalofríos.
Derramaba lágrimas a la vez que sentías como las cuerdas que te mantenían atadas en la silla, en esa habitación con manchas oscuras que no querías imaginarte que eran, te fuesen a arrancar las manos.
Pero, ¿cómo es que habías llegado hasta esa situación?
Retrsosedamos un par de horas cuando estabas saliendo de tu casa.
Ibas corriendo por las calles ya que tu trabajo quedaba un poco lejos de tu departamento y se te había echo tarde por quedarte platicando con una de tus vecinas.
Actualmente tenías 22 años y trabajas en una pequeña cafetería que estaba en el centro de la ciudad. Era dirigida por una amable señora de edad avanzada, la paga no era tan buena pero te era suficiente para cubrir todas tus necesidades básicas.
- Un poco más y no llegas a tiempo Kaori-
- Me distraje un poco pero ya estoy aquí Emiko- Ella era una de tus compañeras de trabajo, la conocías hace no más de 3 meses.
Sin más, tomaste tu delantal y te pusiste a cobrar a los clientes que llegaban. Era un buen día, la cafetería estaba llena, tal vez tendrías que quedarte a hacer turno extra si es que continuaba así.
Al rededor de las 11 p.m. el último cliente salió del local, soltarse un suspiro totalmente cansada a la vez que retiraba tus zapatos y te dejaste caer en la silla que estaba cerca de la caja registradora.
- Oye Kaori, debo irme, surgió una emergencia en casa ¿puedes encargarte de cerrar? - Te pregunto un poco apurada Emiko.
- Si, ve con cuidado, espero todo este bien en casa - Contestaste en tono comprensivo.
- Muchas gracias, te prometo que te lo compensare luego- Sin más, metió su uniforme en unos de los casilleros del pasillo y prácticamente salió corriendo del lugar.
Te colocaste unas cómodas pantuflas que sacaste de tu bolso y procediste a limpiar el lugar levantando las sillas y asegurándote que todo estuviese en su lugar.
Por último, recogiste toda la basura y la juntaste en una bolsa para salir al pequeño callejón que estaba tras el local y tirarla en el contenedor.
Cuando estabas apunto de volver escuchaste como al fondo se escuchaban pequeños quejidos por lo que curiosa te acercaste a ver.
Grande fue tu sorpresa al ver que se trataba de un hombre de unos 30 años en el suelo rodeado de un charco de sangre pero aferrándose a un pequeño maletín como si su vida dependiera de ello.
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𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 𝒓𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔 -𝑶𝒏𝒆 𝒔𝒉𝒐𝒕𝒔-
Fanfiction-𝑨𝒍𝒈𝒖𝒏𝒐𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆𝒏 𝒔𝒑𝒐𝒊𝒍𝒆𝒓𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒎𝒂𝒏𝒈𝒂- - 𝑳𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒆𝒄𝒆𝒏 𝒂 𝑲𝒆𝒏 𝑾𝒂𝒌𝒖𝒊 -