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¿Era enserio que habías accedido a esto?
Te preguntabas mientras veías el letrero con luces neón ubicado en una parte escondida del ojo público en Tokyo.
"SEX SHOP"
Decía en letras enormes fuera del establecimiento.
- Ah no, ya no te puedes echar para atrás, tu perdiste la apuesta y te toca cumplir- Dijo tu novio a la vez que pasaba un brazo por tus hombros y te conducía dentro de aquel local.
-2 días antes-
-¿Una apuesta dices?- Preguntaste mientras te sentaba entre las piernas de Takeomi en aquel sofá gris de su sala de estar.
- Si, es muy fácil, el que pierda deberá hacer cualquier cosa que el otro quiera, ¿suena sencillo no? - Te explicó mientras posaba su barbilla en tu cabeza y pasaba ambos brazos por tu cintura.
-¿Y en que consiste la dichosa apuesta?
-Quien se venga primero pierde.
-¿Me estás jodiendo?- Preguntas mientras te volteabas a mirarlo con incredulidad.
-¿Acaso no le tienes confianza a tu buena resistencia? - Pregunto burlón.
-Jodete, te ganaré y serás mi sirviente por una semana- Le contestaste convencida de que ganarías.
-Fin del flashback-
Obviamente Takeomi terminó ganando la apuesta y ahora aquí estamos, en la entrada de una maldita sex shop.
Sinceramente estaba dividida entre el nerviosismo, la emoción y un poco de excitación.
No eramos una pareja de muchos fetiches, ni teníamos una vida sexual muy activa. Entre su trabajo y mis estudios apenas nos daba tiempo de hacerlo 1 vez cada 2 semanas por lo que entendía sinceramente sus ganas de probar algo nuevo.
Con ese pensamiento en mente me adentre por mi cuenta en el lugar.
Había muchísimas cosas sobre los estantes de diferentes colores, tamaños y formas y realmente no tenía ni la menor idea de para que servían.
Me acerqué a uno de los productos que mostraban, era de color rosado algo alargado y que parecía tener en un costado dos pequeñas orejas de conejito. Lo tomé y lo empecé a inspeccionar preguntándome para que serviría.
-Veo que algo te llamo la atención- Dijo de repente Takeomi apareciendo a un lado de mi haciendo que me sobresaltara y casi tirara el objeto que traía.
