—Ellos lo mataron Mattie.—
—¿...?—
—¿Creiste que te dejaría bailar solo?... Yo estuve ahí... Pero llegué muy tarde.—
—¿...?—
—Y quiero que tú lo mates a ellos.—
°°°°°°°
Sangre. Gotas grandes y gruesas. Era sangre, la podía oler.Lágrimas. Que sabían a sal y la amargura de sus recuerdos... Con algo más.
Uno, dos, tres, cuatro golpes. Puños que se sentían como un desahogo.
Los gemidos de los estúpidos que Stick ponía para sus entrenamientos y las carcajadas de la que resultó ser Elektra -su "reemplazo"-.—Vamos con un demonio Mattie, te haz hecho débil.— Stick escupió con desagrado a un costado suyo.
Elektra concordó con Stick sin haber conocido a Matt previo a ésas semanas que se sentían como si no hubieran pasado 7 años. —Mattie ven, vamos a jugar. ¿Es que no es divertido cuando los vez caer al piso?—
Matt se levantó del polvo y la sangre -tanto suya como ajena-. Los huesos le crujían tan delicioso, casi olvida la sensación de libertad que le proveía tanta violencia. Los demonios que aquejaban a Matt eran en escencia éso, violencia, ira, odio.
Con las manos al frente se volvió a poner en guardia. —Eso, ¡Comiencen!—Matt sonrió para sí cuando otra ola de golpes y gemidos se escucharon en el viejo almacén.
°°°°°°°
—Viejo, ¿Estás bien?— Micro le llegó por la derecha a Frank destapando una lechita de menta, la cafetería las vendía sólo los lunes. La mirada del mayor bailó del vacío en la mesa del frente evidenciando que uno no vino, -solo Danny, Cage y Jones- a las ojeras de Micro que él mismo compartía.
—No vino en toda la semana.—
—Dale tiempo, es posible que aún esté procesandolo.—
—¿Encontraste algo?— Micro negó. Todas las mañanas funcionaban igual desde que Mattew Murdock desapareció de Hell's Kitchen, desde el funeral al que el pelirrojo no asistió; Frank le preguntaba a Micro y él siempre con pesar negaba.
—... Ya casi debo irme al servicio, y no lo veré para entonces...— Frank bajó la mirada procurando esconder las estúpidas lágrimas que solo se permitía soltar cuando llegaba la madrugada, cuando se sentía seguro en su eterna soledad.
—... Eh, el viejo Lieberman pienso invitarte, ya sabes para pasarla juntos el útlimo día...— Micro se la pensó muy rápido y solo lo soltó. Al final le estaba sonriendo como cuando eran más pequeños. Y el mayor no pudo evitar contagiarse con su entusiasmo, suavemente asintió, solo unos centímetros casi imperceptible.—Ey ey, ¿Planes para el fin? No lo creo, ustedes van a venir con nosotros.— Eddie... ¡¿Eddie Brock?!
—¿Eddie qué demonios estás haciendo aquí?— Frank se sorprendió de verlo llegar. No pudo evitar ponerse de pie para abrazarlo, ambos compartieron la mierda callejera, se metieron en los mismos problemas y a diferencia de Curt y Billy, a Eddie lo impulsaba la excitación del momento, y era un alivio para Frank siempre contar con alguien con quién salir a golpear estúpidos en callejones. También ayudaba bastante que Eddie tenía cerca de la misma masa muscular que Castle.
—Me estaba dando una vuelta, el semestre se termina en un par de días, vine a recoger papeles.— Eddie se separó, miró a Frank y después levantó la barbilla en dirección a Micro -el solo levanto dos dedos en respuesta, su lechita estaba buena, no valía la pena despegarse del popote-. —Hey David.—
![](https://img.wattpad.com/cover/268309064-288-k860472.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Carajo solo velos
RomanceMattew Murdock y Frank Castel se conocen, saben cómo manejarse, y están acostumbrados al cariño que se tienen, pero oye, son solo amigos, no te confundas. O por lo menos ésa es la justificación que dan a todos. Una secuencia de situaciones mostrando...