Carajo solo velos

Simplemente Frank detestaba a los brabucones... ¿Cierto?

—Aaargh, mier-da aagh ah ah— Movió la cadera a la derecha.

—¡Más rápido!—

La movió a la izquierda y otro empujón. Las manos le hormigueaban al igual que el abdomen, tenía que parar, estaba a una de desmayarse.

—¡Mierda más rápido Castel!—

—Agh ah-ya-ah ya no puedo aaagh—

Un último empujón bastó para menguar su fuerza, se dejó caer contra el barro, ya no le importaba si terminaba manchando todo el uniforme.

—¡Maldita sea solo faltaban dos metro!— El entrenador Williams lanzó emputado su silbato, se rompió al caer pero por si las moscas, el corpulento hombre lo piso con fuerza para asegurar.Castel jadeó en su puesto debajo de la red en el campo de entrenamiento de americano. La escuela brindaba apoyo a los aspirantes a becas deportivas y Frank lo aprovechaba para entrenar junto a sus amigos.

A lo lejos se escuchó el chapoteo de otro cuerpo cayendo contra el lodo.

—¡¿Tu también Billy? Carajo y se supone que son mis mejores hombres!— Williams iba a escupir insultos.—¡Señor terminé!—. —¡Señor acabé!—

Dos voces gritaron al unison. Curtis era el más fornido de los tres, obvio iba a terminar la rata traicionera, y Steve Rogers, bueno no le sorprendía, el sujeto creció como cuatro veces su masa en el último verano, Frank no daba ni un centavo por él hace un año, tan solo era un endeble muchacho veinte centímetros más chaparro que Mattew, de brazos de espagueti y barbilla de mujer... No entendía de dónde sacó tanta masa muscular...

—ESOS SON MIS MUCHACHO CARAJO—

Al terminar, el entrenador escupió en su dirección, inconforme. Los dejó levantarse, y como pudieron se arrastraron a las regaderas. Gracias al cielo era tarde, las regaderas eran todas suyas, así que se tomaron su tiempo en el vestidor.

—¿Cómo te fué en la prueba Frank?— Curtis entró sacándose la camiseta.

—¿Fuiste la semana pasada no? A mí me citaron el mes que viene, espero que nos pases los trucos ya que ya lo hiciste— Billy fué el primero en entrar a bañarse por lo que recién volvía envuelto en una toalla.

—Estuvo bien, supongo que sí entro, llegó demasiado cascajo como aspirantes.— Castel, Curtis y Billy tenían planeado quedar en la misma división para hacer la labor en el mismo equipo, nada de cursilerías de amistad para siempre, simplemente se complementaban el uno con el otro y éso estaba bien para los tres.

La plática se prolongó hasta que el resto de chicos que se quedaron a entrenar como Bucky, un sujeto que solía mirar por bastante tiempo a Rogers y se limitaba a saludar con ademanes, los becados de baloncesto Wade y Slade Wilson, Kara, el mismo Steve y un sujeto con el que nunca habían hablado, se llamaba ... ¿Scott Labrador?