Carajo solo velos

Eres mi chico entonces.

Matt nunca fué de despedidas, las perdidas le asustaban. Solo ahora sentado en la mullida y cálida cama de Danny, el pequeño pudo caer en cuenta de cuánto tenía y cuánto ya no, descubrió lo mal que se sentía no poder despedirse de Jack y con la herida tan fresca como semanas atras los recuerdos se le repetían una y otra vez. Pensó en Frank y en lo mucho que lo extrañaba, en sus amigos, pero sobre todo en qué tan cansado se encontraba. La calma en la residencia Rand le ayudó bastante y sobre todo cuando Danny comprendió que había algo que la mente de Matt colgaba desde su encuentro bajo circunstancias bastante preocupantes.

—¿Vas a decírmelo?— Mattie sonrió ante la calidez que su pecho percibió al recibir la atención, una pregunta demasiado simple y pequeña -tres palabras que le pesaron más de lo que deberían-. Negó despacito sabiendo que la respuesta a un _Por qué_ sobre ésa pregunta sería la única clara que tenía desde el momento en que cometió el error de volver a aceptar a Stick.

Se deslizó de la cama hasta sentarse en un borde junto a Rand. —No—

—Vamos, te salvé la vida, es lo menos que puedes hacer por mí.— Un argumento flojo, Danny sonrió, Matt lo supo por el sonido de la vibrante risa que despues lo acompañó.

Lo "miró" incrédulo sobre sus pestañanas. ¿Hacía cuanto que no usaba sus lentes? —¿De verdad me vas a sobornar con algo así?—

—Si es necesario entonces sí ~

Rand se rió suave, como si temiera que ésa risa pudiera ofender. No lo hizo, Matt simplemente volvió a negar con más animos que antes. —No.— Se frotó las manos frías por el nerviosismo.

—¡Mateoo!—

—Danny deja de insistir con eso o me largo.—

—Sabes que no te puedes ir hasta que venga tu señor.— Se escuchó doble intención sobre su inocente comentario.

—No le digas señor, tiene casi nuestra edad.—
Ambos permanecieron en silencio, solo con una sonrisa pequeña, justo ésto era lo que tanto necesitaba Matt. un poco de normalidad, alejarse de ésa obscuridad que tanto le asustaba, necesitaba sentirse él nuevamente, no siendo el maldito vigilante letal con el que Stick adoraba regodearse con la panbda de ninjas que lo acompañaban, necesitaba sentirse Normal . Parece que ésa palabra nunca podía estar ligada a un Murdock.

Un susupiro se le escapó. Se permitió hundirse en sus pensamientos sin temor a lo que pudiera encontrar -en contraste a los ultimos días, con la consciencia tan pesada como el concreto- hundirse en una ilusión donde Matt no era un asesino, continuaba estando bien con Dios y papá aún lo esperaba jugando a las cartas con Frank en el comedor de la cocina con cervezas en la mesa.
Ése solo pensamiento le devolvió el nudo en la garganta, bajó la cabeza para esconder sus sollozos. Si habría que adivinar, ni el mismo Matt sabía porqué lloraba, quizá solo tenía demasiado encima, quizá sentía aún la sangre caliente y pegajosa debajo de sus uñas. Quizá estaba incompleto, necesitaba ése algo que lo hizo sentir tan pleno antes de que toda ésta mierda comenzara. O quizá solo extrañaba a todos, a todo, extraña su casa, sus amigos, la escuela... Y a Frank...

Frank... ¿Qué habrá estado haciendo en todo éste tiempo?, Matt no podía siquiera culparlo por no poderlo encontrar, él mismo intentó llamar pero le era imposible, sus manos se detenían ante el miedo de inmiscuir a Frank con sus problemas con Stick -él conocía a Frank, sabía lo mucho que necesitaba sentir seguro a Matt, si Frank sabía de Stick no lo habría dejado solo y habría entrado con él, pero Matt no iba a permitir éso.- No perdería lo único que le quedaba de Jack-. Hacía poco tiempo, descubrió que la luz que Jack siempre irradiaba frente a Matt y le hacía recordar lo que estaba bien y mal, siempre bailando al rededor de él, calentando su corazón y amandolo, ahora estaba sobre los hombros de Frank, un sentimiento de relevo que Matt solo podía explicar con la devoción y abrumador amor que sentía por él.