Capítulo 15

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Advertencia: Los diálogos para este capítulo fueron sacados tanto del doblaje en latino como del doblaje en japonés.

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Cuando Loki te tomó de la cintura, apartaste sus manos de un manotazo, golpeando al dios de las artimañas para que no se sobrepasara contigo.

—Así me gustan, que me dominen. —dijo Loki, a lo que los cuervos de Odín miraban al amante de las bromas con una cara de "Tuviste una buena vida".

Como era de esperarse, Poseidón se levantó de su lugar y, con una velocidad increíblemente rápida, te cargó al estilo nupcial, quitándote del regazo de Loki, quien miraba divertido la escena.

Haciendo caso omiso a las carcajadas del otro dios, Poseidón nuevamente se sentó en su respectivo lugar, contigo entre sus brazos. Con una maniobra espectacular, te hizo sentar sobre él.

En tu interior, estabas riéndote de los celos manifestados del dios rubio, pero no pudiste decirle algo debido a que el presentador comenzó a nombrar a los participantes del segundo combate.

—Primero, el representante humano. El guerrero para la segunda ronda... él carga con la esperanza de la humanidad... —el presentador, de nombre Heimdall, llevó su trompeta hacia su boca. —¡Aquí se encuentra! —apuntó su mano hacia una puerta cerrada, sin embargo, el participante no saldría por ahí, sino que saldría de otro lugar.

Abriendo el piso, escondido entre las rocas, unos dorados cabellos se hacen presentes, elevándose hasta los cielos.

El polvo y la niebla que ha provocado el participante con su entrada hace que tanto los humanos como los dioses no puedan ver su rostro. Al igual que tú, todos estaban expectantes de saber quién era aquel individuo.

Con una pose sumamente sensual, el participante fue presentado por Heimdall.

—"Él domará sobre los peces del mar, las aves del cielo y toda criatura que se arrastre sobre la tierra". Quién había imaginado que el hombre nacido y bendecido por Dios se revelaría ante nada más y nada menos que Dios, ¡su gran creador!. —Viste como el individuo se lanzaba desde lo más alto hasta aterrizar como un superhéroe sobre el duro piso.

Y fue ahí que te diste cuenta de algo... ¡el sujeto estaba desnudo!

Una hoja era todo lo que tapaba la entrepierna del sujeto que estaba representando a la humanidad.

Poseidón puso su mano sobre tus ojos, impidiendo que siguieras viendo.

—¡Ya déjame, Poseidón!

—Si, dejala, está en la edad en la que los humanos buscan aparearse... ¿pubertad? —dijo Loki.

—¡Yo ya pasé por esa etapa!

—¡Si alguien tiene derecho a pegarles a los dioses, es ese hombre! —siguió hablando el presentador. —¡El padre de toda la humanidad, él es... Adán!

Los gritos eufóricos de la humanidad no se hicieron esperar. Todos tenían sus esperanzas en el padre de todos.

¿Qué opinas de Adán?

Hagamos una historia juntos (Poseidón x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora