Capítulo 29

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Los ojos indiferentes de Poseidón se situaron sobre Hermes y compañía. Tú no estabas con ellos, y Poseidón lo notó.

—Ya se dió cuenta. —dijo Loki. —Fue una buena vida. —El dios de las artimañas alzó ambas manos y juntó sus palmas, como si estuviera rezando.

Odín chasqueó la lengua. Lo que menos quería era empezar una pelea entre dioses.

Afrodita, a lo lejos, pudo divisar a la valquiria, por lo que no le tomó mucho tiempo darse cuenta que estabas a lado de Brunilda, observando a Poseidón, quién todavía no notaba que estabas con la valquiria.

Como quería vivir y tenía que salvar su pellejo de la ira de Poseidón, Afrodita apuntó hacia la valquiria, logrando que Poseidón desviara su ira hacia los dioses y lo mantuviera hacia la valquiria de cabellos largos.

—Hermana Brunilda. —susurró Goll. Temía lo que Poseidón pudiera hacerle a su hermana solo por ti.

Todo el coliseo estaba en total silencio. No querían ni respirar por temor a que Poseidón los degollara con su tridente.

Antes de que Poseidón diera un gran salto para llegar hasta ti, un grito lo hizo detenerse.

—¡Dios Poseidón, su humana está conmigo! —gritó aquel individuo de cabellos grises mientras se posicionaba detrás de ti, sosteniendo un pequeño cuchillo con su mano derecha. —No haga una tontería, sabe lo que queremos.

Brunilda supo de quién se trataba, así que dejó que el señor continuara con la negociación con el dios de los mares.

—¡Queremos que nos ceda la victoria!

Zeus, apenas llegando para ver el espectáculo, habló por Poseidón.

—¡Ustedes, criaturas insolentes, amenazan a un humano como ustedes para salvar su vida, es repugnante lo que pueden llegar a hacer por avaricia!

Los humanos estaban divididos. Mientras unos animaban a que Poseidón cediera la victoria sin importar lo que pudiera pasarte, había una minoría que estaban en desacuerdo con lo que estaba sucediendo.

Goll estaba en un trance por lo que estaba viendo. Ahora entendía porque su hermana quería "ayudar a la humana". No era por Sasaki Kojiro ni por Adán, era por el propio beneficio de ella y de la humanidad.

Era algo vil y rastrero el usarte como carnada. Habías confiado en las valquirias y ellas te traicionaron al igual que la mitad de los humanos que animaban lo que estaban haciendo. Al menos los dioses te habían tratado bien.

—Que gentuza. —susurró Poseidón, tratando de tranquilizarse y no matar a todos.

Poseidón te secuestró.

La cruel humanidad te ha vendido como carnada.

No querías regresar con Poseidón, pero parece que ya no tienes lugar con la humanidad.

¿Qué quieres hacer?

Hagamos una historia juntos (Poseidón x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora