La armonía se rompe

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Han pasado dos años desde que Rose fue rescatada y empezó a vivir en la casa de Matías, el entrenamiento junto con Derek había avanzado bastante al punto donde Derek solo podía asestar un par de golpes en la joven chica.

-Derek te has vuelto lento- Dijo Rose mientras estaba sentada en las caderas del chico.

-O tú te has vuelto más rápida- La respiración del joven estaba bastante alterada. -Llevamos siete horas entrenando y en ningún momento tuve oportunidad, ni siquiera has usado el estilo de la maestra- Dijo Derek mientras sostenía las manos de Rose.

-Es que le di mi toque personal, anclandome al suelo en lugar de saltar puedo usar toda la fuerza de mi cuerpo- Le respondió Rose mientras se levantaban. -Pero tú también mejoraste mucho-

-Muy buena sesión muchachos, estos dos años han sido bastante buenos para ustedes- La profesora carla aplauida al decir estás palabras, el cuerpo de Rose ahora tenía una complexión aún más atlética y el de Derek ahora estaba mas musculoso. -De hecho Rose Matías tiene algo especial esperando por ti en su casa, me pidió que te avisará-

-Gracias Maestra, Iré de inmediato- Rose comenzó a correr a la casa de Matías, las luces estaban apagadas, Rose abrió lentamente la puerta.

-¡Sorpresa mi pequeña!- Gritó Matías mientras la luz del comedor se encendía.

-¿Qué es esto?- Preguntó Rose con incredulidad.

-Es la celebración del día en que te uniste a mi família- Matías se acercó y abrazó a la joven, se pudo notar que la chica no supo cómo responder al inició pero lo abrazó de regreso. -En un momento debería llegar el pastel que encargue para este momento-

-Perdón por tardar tanto, no quería que se viese sospechoso- Dijo Derek entrando con un pastel pequeño cuyo glaseado era de color blanco con unos pequeños detalles en color rosa y adornado con piñon, aún con todos sonriendo los ojos de Rose se nublaron y lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas.

-Rose ¿estás bien?- La preocupación de Matías era demasiado evidente.

-Sí, sólo recordé que la última fiesta que recibí fue por parte de mi madre y no pude evitar llorar- Rose abrazó a Matías y Derek. -Muchas gracias de verdad- Todos se sentaron a comer el pastel.

-Un brindis por Ro...- Una gran ola de polvo no dejó que Matías terminase la oración.

-¡Matías!¡Derek!¡Lupita!- Rose se levantó sin poder ver nada, en el centro de la sala se encontraba parado Jhon.

-Hola Rose- Sin mediar otra palabra se acercó a la joven y le pateó el pecho para evitar que se parase.

-¡¿Qué demonios haces aquí?!- Gritó Derek mientras le daba una patada en la cara a Jhon, el hombre estaba recibiendo una paliza por parte del joven, el líquido carmesí comenzó a derramarse por la boca de Jhon.

-¡Suficiente con esta tontería!-Grito el hombre mientras tomaba del cuello a Derek. -Sólo eres un chico imprudente e inútil- Jhon comenzó a hacer presión en el cuello del joven Derek, Rose se encontraba paralizada en el suelo gracias al miedo que sentía.

-¡Sueltalo ya!- Desde las sombras salió Matías con un par de nudilleras de hielo.

-Oh ¿Y que harás si no lo hago?- El ambiente se volvió pesado en un abrir y cerrar de ojos, Matías dio el primer golpe y se pudo notar que ya no era igual al día del rescate, esta vez estaba llendo en serio, Jhon soltó a Derek tras el fuerte puñetazo. -Vamos Matías ya te vencí una vez. ¿Por qué sería difetente esta vez?- El hombre lanzó un derechazo en contra de Matías pero sólo golpeó el aire, Matías lo sujetó por el cuello y lo arrojó afuera de la casa.

Dragon's blood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora