Las pesadillas te cazan

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-¡Vamos Derek, solo un poco más!- La voz de Carla comenzó a resonar en los oídos de Rose.

-¡Sí maestra!- La voz del joven golpeó más fuerte cada rincón del cuerpo de Rose.

-Así que ellos son a quién deseas proteger- Una tercera voz se precipitó. -Vamos aún tienes energía que darme, puedo sentir cómo la regeneras bastante rápido- pronto esa voz grave y raposa cubrió por completo las voces de sus amigos.

-¡¿Quién eres?!- El grito de Rose se convirtió en un eco distante y ella notó que no se encontraba despierta.

-He tenido demasiados nombres a lo largo de mi vida, pero mi favorito siempre fue Syn Ak- La figura imponente de la bestia que había desencadenado todos los acontecimientos malos en la vida de Rose, finalmente se encontraba frente a ella.

-Y ¿Qué es lo que buscas?- Los ojos de la joven comenzaron a deambular por el lugar aunque no había nada que ver a excepción del dragon todo era oscuridad.

-Te lo diría, pero ahora llegó el momento de que despiertes, enfrentate a mí cuándo seas fuerte-

-¡Espera! ¡quiero respuestas!- Los ojos de Rose abrieron y la primera persona que vio fue Derek.

-¡Por fin despiertas!- Derek se lanzó hacía Rose y la abrazó. -Estaba tan preocupado por ti, creí que no despertarías- Lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas del joven, mientras abrazaba a Rose. -Por favor no vuelvas a darme un susto así- El joven no soltaba a Rose.

-¿Cuánto tiempo estuve dormida?- Pregunto Rose mientras trataba de ponerse en pie.

-Rose... Estuviste inconsciente durante dos días- Derek por fin soltó a Rose. -De hecho en tus brazos y piernas surgieron escamas y peleaste... Bueno más bien limpiaste el piso con Jhon- La puerta de madera de la pequeña cabaña se abrió de golpe.

-¡Hola mis tortolitos!- Entró gritando Carla. -Espero no interrumpir algo- La sonrisa pícara no se hizo esperar en la cara de su maestra.

-Claro que no maestra- Derek se separó rápidamente de Rose. -Entonces ¿Ya es hora?-

-Sí, ve a entrenar Derek, yo me encargaré de ella- Derek dejó la pequeña cabaña. -Ahora Rose déjame ver, ¿Qué recuerdas?- Carla tomó asiento en una pequeña silla de caoba que estaba cerca de un escritorio.

-Sólo recuerdo una voz en mi cabeza que me decía que ahora podía proteger a los que amaba y lo más reciente es que en un sueño esa misma voz parecía presentarse-

-Está bien, ¿crees poder levantarte?- Carla le extendió la mano a la joven.

-No lo creo, mis piernas no tienen fuerza y de hecho creo que esta vez me tomará más tiempo poder sanar-

-Está bien pequeña sigue descansando- Rose volvió a recostar su cabeza sobre su esponjosa almohada pero una vez más la voz rasposa se hizo presente.

-Así que ya volviste- está vez a la distancia la voz se veía acompañada por varías flamas de color azul rey. -Tu sola existencia me repugna, pero puedo ayudarte a conseguir más poder-

-¿Cómo puedes ayudarme?- El tono sarcástico de Rose se hizo notar de inmediato.

-Primero que nada, necesitarás un arma, ve al lugar donde mi cuerpo cayó y toma un trozo de mis huesos, se que sabrás que hacer con eso- Rose despertó durante la madrugada y ya con fuerza en las piernas se levantó, tomó algo de comida la cuál le había preparado Derek, a un lado de la comida había una nota.

-Se que no es mucho, pero espero que te guste- Rose guardo esa nota en el bolsillo superior de la chamarra que usaba en ese momento.

-Gracias Derek, nos vemos en un día- La joven empezó su camino, esta vez se percató que algo la atraía, no caminaría sin rumbo, durante ese viaje solo tomó dos descansos, uno para comer el almuerzo que le preparó Derek y el otro para dormir, al cabo de un día había llegado el cadaver de Syn Ak yacía en el suelo de un claro a Rose le costó bastante romper un hueso, después del viaje de regreso, pudo encontrar a Derek entrenando con una empuñadura sin ninguna hoja. -¡Hola Derek!- Rose se acercó a desde atrás al joven.

-¡Hola Rose! Puedo notar que estás sonriendo- Derek dejó caer la empuñadura y fue directo a abrazar a Rose.

-Sí, mi sonrisa es gracias a ti y al platillo que me cocinaste- Rose le dio un beso en la mejilla y pudo notar que el joven se ruborizó.

-No tienes que agradecerme, lo hice porque me preocupas- Derek tomó un poco de distancia de Rose. -¿Puedo preguntar? ¿Qué es lo que traes ahí?- El joven señaló la mano izquierda de Rose.

-Es un pedazo de hueso del dragón que mató Jhon, pienso que puedo convertirlo en un arma- Rose siguió su camino a la cabaña, dónde encontró a Carla. -Maestra, ¿Creé poder ayudarme a darle forma a esto?- La chica extendió su brazo con el pedazo de hueso aún atrapado en su mano.

-¿Qué es lo que quieres hacer?- Preguntó carla con una mirada escéptica.

-Quiero tener una herramienta para poder defenderme, ¿entonces? ¿Me ayudarás?-

-Claro que sí, dáme eso y yo me encargo del resto- Carla empujo a Rose fuera de la cabaña. -Muy bien haré mi mejor trabajo con esto- Carla comenzó a cortar y lijar pacientemente, tardó tres días completos en poder terminar el arma de Rose, en el momento en que terminó llamó a Derek. -Mi joven estudiante, puedes entregarle esto a Rose porfavor, yo ahora mismo tomaré un descan...- Carla no pudo terminar la frase y cayó al suelo dormida.

-Está bien, lo haré- Derek salió del cuarto dejando a Carla acostada en una de las camas, la figura de Rose al atardecer se dibujaba en la mente de Derek mientras caminaba, al llegar dónde ella estaba solo pudo sentir cómo ella estaba recostada en el pasto, el joven no pudo evitar sonreír.

-Derek, ¿Puedes recostarte conmigo?- Preguntó Rose sin levantarse ni un poco del suelo.

-Claro Rose, pero primero tengo que entregarte esto- El joven Derek le extendió una extraña tela la cuál estaba atada con un hilo muy parecido al cuero, Rose retiró el hilo y abrió el regalo de su maestra.

-Así que esto decidió darme ella- Rose empuñó dos espadas una que era bastante grande y cuya empuñadura estaba cubierta por un lazo rojo, junto a la gran espada, también se encontraba una más pequeña, esta se parecía a una katana, siendo bastante ligera y un poco curveada. -Ahora sólo debo aprender a usarlas-

-Yo puedo enseñarte Rose, después de todo yo antes usaba una espada- Pronunció Derek, rápidamente.

-Está bien Derek, ¿Te parece si comenzamos mañana? Ahora mismo solo necesito que te acuestes a mi lado.

Dragon's blood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora