Juego oscuro

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A Rose le tomó unos minutos recuperarse de lo que había pasado y en ningún momento Derek abandonó a la joven.

-¿Cómo te sientes Rose?- La gentil voz del joven la hicieron reaccionar más rápido.

-Sí, gracias por no dejarme- La chica aunque el miedo nublaba su juicio, no dudo ni un momento en tomar su mano.

-Si no te sientes muy bien, puedo ir a cazar sólo- Derek apretó la mano de Rose mientras mostraba aquella sonrisa tan amable que lo caracteriza.

-Estoy bien Derek, además no creo que puedas cargar todo lo que cazes- La chica soltó una pequeña sonrisa burlona, ambos se levantaron y tomaron rumbo hacía el bosque, dentro del frondoso paisaje de color café, se podía sentir una brisa bastante agradable, así mismo el panorama era bastante bello, las hojas de algunos robles cubrian el suelo dejando notar la entrada del otoño, la iluminación natural del sol entraba en una cantidad la cuál dejaba notar el cómo se levantaba un poco de polvo al iluminarlo, Rose se adelantó un poco y al darse la vuelta pudo admirar a Derek siendo bañado por la luz solar mientras sostenía una hoja. -Wow- Tras decir eso Rose dejó ir un suspiro, admirando como el viento movía un poco el cabello del joven no pudo evitar sonrojarse tras ver el como su cara terminaba de ser iluminada dejando notar una cicatriz que cruzaba de ojo a ojo, su barbilla cuadrada, dejaba notar la gran experiencia en batalla que poseía Derek.

-Oye Rose, ¿Segura qué estás bien?, tu corazón está latiendo bastante rápido- Mientras decía eso Derek se apresuró a tomar las manos de Rose.

-Sí, solamente ví algo increíble- La joven elevó si mano derecha y la posó en la mejilla del joven.

-¿Y?... ¿Qué fue?- Derek se convirtió en un tomate.

-Solamente fuiste tú- Rose comenzó a acercarse lentamente a sus labios, pero de momento Derek la empujó.

-Ju ju ju ju- Una risa surgió desde las sombras. -Así que todo lo que decían sobre ti es cierto Derek.

-Y... tú ¿Quién eres?- El enojo del joven era más que evidente.

-Eso no es importante cariño, deberías preocuparte por tu... Amiguita- Derek no se dió cuenta pero de un momenti a otro dejo de sentir la presencia de Rose

-¡¿Qué le hiciste?!- El joven tomó su empuñadura para comenzar a pelear.

-No deberías preocuparte por ella ahora, ¡Kin! ¡Shak! Es hora de llevarnos la recompensa- De las copas de los arboles más cercanos a Derek, salieron dos hombres.

-De verdad ¿sólo debemos ocuparnos de él? Yo quería a la chica- Aquel hombre era robusto y portaba una especie de armadura hecha de metal, Derek pudo reconocer el material gracias al como silbaba al chocar con este.

-Tranquilo Shak, después de todo nos mandaron a los tres por él ya que Rel ka, puede dominar a la chica- Este hombre se hacía notar por la gran espada que traía en su mano.

-Entonces, tú eres Kin, ¿entonces? ¿Podemos comen...?- Derek no pudo terminar su pregunta gracias a una patada en la costilla izquierda lo mandó volando a un arbol cercano.

-ju ju ju ju... Vamos cariño, no tienes que preguntar, después de todo nosotros ya habíamos comenzado, el par de sujetos se aproximaron a gran velicidad aunque en un parpadeo el brazo derecho de Shak salió volando mientras de fondo solo se escuchaba una rápida e incesante frecuencia cardíaca.

En otra parte del bosque se encontraba tirada Rose, su cabeza daba mil vueltas, pero de pronto una voz conocida retumbó en sus oidos.

-Hola pequeña, cuánto tiempo- Matías había aparecido frente a ella tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse.

-Pe... Pero tú- La duda no tardó en florecer.

-Vas a preguntar ¿si estoy muerto?- La cálida sonrisa de Matías disipo toda duda. -Nunca lo estuve, escape de las garrar de Jhon en el último momento y ahora estoy aquí- Matías comenzó a caminar lentamente con los brazos abiertos y Rose correspondió el abrazo.

-Te extrañe papá, cada día que pasó no dejé de lamentarme por dejarte ahí- Lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Rose.

-Lo se pequeña, pero ahora estoy aquí-

-Gracias por haber regresado- El cálido reencuentro se vio interrumpido por pequeños golpes en el hombro derecho de Rose, al voltear arriba la joven pudo notar cómo de la cara de Matías se desprendían pedazos de piel dejando expuestos su mandíbula y ambos pómulos, del susto Rose lo empujó y en un momento Matías comenzó a mutar, sonido de huesos rompiendose inundó los tímpanos de Rose, Matías comenzaba a parecerse a una araña gigante con un cuello que parecía segmentarse en 3 partes.

-Tú me mataste- La bestia sólo recitaba esa frase con una voz distorsionada mientras veía a Rose a los ojos, de un momento a otro aquella monstruocidad golpeó el abdomen de la chica lanzandola por el aíre. -Tú y solamente tú eres la causa de mi muerte- Lo que expresaba la bestia ya no solo era una frase, comenzó a vociferar oraciones completas. -Sí tan sólo no te hubiese salvado yo seguiría viviendo cómo lo hacía- En un momento la criatura dejó en el suelo a Rose.

-Lo se, yo fui la culpable de todo- Rose dijo eso sin poderse levantar, aunque hubo algo que le dió esperanzas.

-De verdad ¿creerías que yo diría eso?- La voz de Matías inundó una vez más a Rose. -Yo te cuidé porque eres mi pequeña y jamás sería capaz de culparte por algo- Esta vez no era algo que podría golpearla, era un recuerdo que llegó a la cabeza de Rose en un momento, el cómo Matías nunca la trató de otra manera más que cómo a una hija, el hecho de que el la amaba. -¿Y? Dime ¿Piensas quedarte en el suelo?- Rose encontró fuerza dentro de ella para levantarse y empuñar sus espadas en una posición que ella misma habia practicado ambas espadas cruzadas frente a ella mientras sus piernas permanecían abiertas, ya que ahí estaba recargando su peso, todos los musculos en el cuerpo de Rose se hicieron notar, al mismo tiempo se vieron acompañados por todas sus venas. -Esa es mi hija y recuerda, yo siempre te cuidaré- La imagen de Matías desapareció de la mente de Rose y a esta sólo llegaba un pensamiento.

-¡No te atrevas a ensuciar el nombre de mi padre!- Este grito hizo eco en el bosque y la chica salió dispadara dejando un gran cráter en el suelo, en un parpadeo corto a la bestia y dejó expuesto a un hombre el cuál cayó al suelo con el cuello cortado, mientras él perdía la vista por estarse desangrando solo pudo pensar en algo.

-Magnífico- Al momento de que ese pensamiento trato de salir por sus labios él murió.

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