Un mar de estrellas

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Derek y Rose salieron del bosque con una desbordante alegría al saber que sus sentimientos eran correspondidos, el hecho de casi morir en el combate que tuvieron con Jhon les dió una visión más clara sobre lo que buscaban y cómo encontrarlo.

-Sabes...- Rose se detuvo frente a Derek y tomando su mano lo jaló hacia ella. -Aún no te he agradecido lo suficiente por ir a salvarme-

-No tienes que hacerlo, tú hubieras hecho lo mismo por mí- Replicó el joven mientras tomaba a Rose por la espalda baja y acordaba aún más la distancia entre ellos.

-Lo se, pero...- La joven fue silenciada al ser tomada por la barbilla culminando en otro apasionado beso, en el cual su respiración parecía desaparecer abriendo paso a qué el sonido de sus latidos se volviese cada vez más fuerte al punto de ser lo único que podía escuchar.

-Esto es más que suficiente Rose- Dijo Derek mientras se separaba lentamente. -En la oscuridad que me atormentaba día tras día, tú fuiste esa luz que guiaba mi camino y ahora quiero mostrarte algo que yo ya no puedo disfrutar- El chico tomó de nueva cuenta la mano de Rose y comenzó a caminar, el viento acariciaba las mejillas de la chica, a la vez meneaba su cabello. -Lo que te voy a mostrar es lo que me hizo preguntar si de verdad estaba del lado correcto- Al cabo de unos minutos ambos llegaron a orillas de un lago, el cual reflejaba con gran claridad el cielo nocturno lleno de vida gracias a las estrellas.

-¡Es hermoso Derek!- Grito Rose mientras se arrodillaba para verse reflejada en aquel cuerpo de agua cristalina.

-Espera, lo mejor está por llegar- Al terminar esa frase el chico tomó asiento junto a ella y en un momento un tenue haz de luz se hizo presente seguido por una lluvia de luz, la cuál al rebotar en el lago le daba un brillo lleno de vida y por pequeños lapsos de tiempo las estrellas llegaban a armonizar con la lluvia de meteoros en un baile celestial. -Yo no había regresado ya que no tenía cómo disfrutar de algo así, pero el sonido de tu risa y voz me hacen comprender que no necesito mi vista para disfrutar esto, solo tuve que encontrar a la persona perfecta para disfrutar no solo el espectáculo si no de este cocktel de sentimientos llamado amor.

-Sí, tienes razón, me alegra que sea yo quién te haga sentir así- Rose apretó la mano de aquel que hacía su corazón latir.

-Siento que he pasado toda mi vida buscándote y ahora que te encontré...- Derek se quedó callado un momento antes de seguir -Simplemente no se que decir...- El chico volvió a quedarse callado al sentir la cálida mano de Rose bailar en su mejilla.

-Entonces no digas nada- Rose volvió a fusionar sus labios con su amado, aquel momento fue el detonante de algo más, el aura de ambos jóvenes dejo de estar pesada y para el tiempo que esto pasaba, ambos se dejaron llevar por lo que su corazón dictaba, ambas respiraciones comenzaron a volverse una combinando sus lenguas en una danza perfectamente coreografiada, la cuál inició con Rose quitando la playera de Derek mientras que sus manos comenzaban viajes a cada rincón del cuerpo del otro, aquellos minutos para ellos parecían horas y el final fue coronado gracias a que los movimientos de ambos parecían ser una relación simbiótica, dejando en evidencia el cuánto ambos querían que esto pasase, luego de una hora dejándose llevar Derek posó sus manos en la cadera de Rose y dejando escapar un último suspiro los movimientos de ambos cesaron y momentos después sus respiraciones comenzaron a variar, sucumbiendo ambos al cansancio.

-Eso fue increíble- Dijo Rose dejándose caer en el pecho de su amado, los latidos de Derek comenzaron a normalizarse.

-Sin duda alguna- Suspiro Derek mientras se acercaba para darle un beso en la frente a la joven. -Quisiera que este momento fuese eterno- Dijo el chico abrazando a su amada.

-Yo también quisiera eso, pero ambos sabemos que no puede ser así- Replicó Rose.

-Lo sé, aunque no es posible por el momento, se que pronto podremos disfrutar más tiempo así- El mar de estrellas finalmente se dispersó dejando ver una vez más aquella oscuridad adornada con brillantes diamantes tan distantes, pasaron un par de horas cuándo el cielo nocturno comenzó a ser borrado por el amanecer de un nuevo día, ambos se levantaron y vistieron con una renovada fuerza y voluntad por querer vivir, al ser tocada por el sol Rose sonrió agradeciendo el que esto no fuese un sueño.

-Vamos Derek, Carla nos debe estar esperando- Exclamó la joven mientras tomaba la delantera al campamento, el sonido del viento se veía eclipsado por las hojas secas siendo pisadas por Rose en una caminata llena de calma, la luz del sol que se filtraba a través del follaje de los árboles llenó de esperanza a la chica. -Esto solo es el prólogo, de la guerra que inició el gobernador Aníbal- Rose tomó una de las hojas caídas y con un soplido la convirtió en polvo. -Se lo que tengo que hacer, pero no sé si tenga la fuerza para hacerlo- Exclamó mientras apretaba su puño derecho a tal punto que la palma comenzó a sangrar, Rose pudo sentir el brotar de aquel líquido que recorría su cuerpo que al caer al suelo dejaba una pequeña columna de humo, aunque rápidamente la herida sanó, ella aún sentía el peso de todo lo que había pasado desde que se convirtió en este monstruo. -Solo no pierdas la calma Rose, puedo hacer esto sin necesidad de derramar más sangre-

-Yo se que puedes, mi niña- Una voz familiar se hizo presente.

-¿¡Papá!?- Rose reconoció el eco de aquél que consideró su padre, la voz de Matías resonó diciendo esa frase una y otra vez, sin notarlo los ojos de la joven se llenaron de lágrimas al escucharlo aún sabiendo que aquella voz solo era algo que el subconsciente le decía a su corazón para tranquilizarla. -Se que ya no estás aquí y aún me duele el ya no escuchar tu voz dándome aliento después de sermonear me, solo espero que hayas encontrado por fin el lugar que te de paz- Derek quién estaba observando desde la distancia se acercó por detrás de Rose y le dió un abrazo.

-Se que él encontró paz al cuidarte y no solo eso, estoy seguro que le diste esperanza- El joven podía sentir las lágrimas llenar su hombro. -Ahora créeme cuándo te digo que pagarán por todo- El viento los abrazo y ambos sintieron el calor de aquél hombre que cuido de ellos.

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2023 ⏰

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