Dragon's blood

Después de la muerte

El ambiente ruidoso de aquella batalla desapareció de los oídos de Rose aunque fue reemplazado por un zumbido interminable, acompañado por unos gritos aparentemente lejanos de su amigo Derek.

-Rose... ¡Rose!- Los gritos se escuchaban cada vez más cerca. -Tenemos que irnos ¡Ahora!- Derek tomó la muñeca de Rose, pero no pudo moverla.

-No puedo irme... Sin hacer algo- El cuerpo de Rose comenzó a temblar y al mismo tiempo su cuerpo parecía empezar a arder hasta tal punto que Derek tuvo que soltar su muñeca.

-Rose vamos, cálmate, porfavor- Derek podía sentir cada vibración del cuerpo de Rose así cómo su respiración agitada gracias a la ira, pero también notó el surgir de algo en sus brazos, estos se estaban llenando de escamas, Rose las comenzó a ver, un bello color negro mate. -¿Qué demonios es eso Rose?- Rose no se dignó en responder ya un sólo pensamiento pasó por su cabeza. "Ahora tienes la fuerza para defender a los que amas" en un parpadeo Rose desapareció dejando atrás una nube de polvo y un estruendo ensordecedor.

-¡¡JHOOOON!!- Aquél grito no parecía humano se parecía demasiado a un rugido, un par de soldados al mando de Jhon trataron de pararla pero fueron partidos a la mitad dejando atrás una intensa niebla carmesí junto con una parte del intestino delgado.

-Así que por fin te dignas en pelear- Jhon desenvainó su espada para bloquear el golpe, pero esta se fragmento al instante que el puño de la joven la tocó. -¡Sí!... Eso es lo que esperaba- un trueno negro remplazo a Jhon. -Estás llegando al punto donde te quería llevar- Una gran sonrisa se dibujaba en la cara del hombre, los bellos de su barba comenzaron una danza donde su pareja era el mismo viento.

-¡¡Cállate maldito asesino!!- Los ojos de Rose se iluminaron en un intenzo escarlata mientras soltaba otro grito bestial, al cargar contra Jhon, las ondas de choque que podrucia la joven dominada por la ira podrucian un estruendo que silenciaba todo el campo a su alrededor, los metales chocando se convirtieron en un eco distante mientras la batalla familiar se libraba, relámpagos negros dejaban el suelo ardiendo y aunque varios de estos impactaron directo en Rose no parecían afectarle, el intercambio de golpes se hizo presente al cabo de veinte minutos, Jhon recibió un golpe en el costado derecho del tórax, la placa que protegía el pecho del hombre salió disparada hacía un árbol. -¡Tú me lo quitaste todo!- Los golpes de la chica parecían no tener fin y aunque Jhon estaba bloqueandolos era demasiado evidente que el daño corporal no era mínimo, de su frente empezó a brotar sangre, la cuál rápidamente comenzó a dificultar la vista del hombre, en un intento desesperado trato de quitarse a Rose de encima golpeó la mandíbula de la joven, pero ella no cedió, de hecho sus golpes parecieron intencificarse hasta tal punto que Jhon comenzó a toser sangre.

-Muy bien suficiente de esta tontería- Una patada directa al cuello de Rose finalmente interrumpió la brutal paliza.
-¡Jhon! ¡¿Qué demonios haces en el suelo?!- La voz se le hizo muy conocida a Jhon. -¡Sabía que tú no podías! después de todo, eres débil aún siendo mi superior- Un joven de cabello corto oscuro se pronunció cruzando los brazos mientras veía a Jhon en el suelo.

-Así que por fin decides aparecer Carlos- Respondió Jhon mientras se levantaba con una dificultad bastante visible.

-Sí, vine porque me informaron que estabas por morir, ahora lárgate... Yo me ocupo del resto- El joven Carlos elevó sus puños mientras Jhon se iba auxiliado por Lupita.

-¡No interrumpas mi venganza!- Rose se levantó rápidamente con ese grito, en un parpadeo la joven ya se encontraba parada frente a él.

-¡Vaya si que eres rápida!- Al mismo tiempo que decía esto intentaba golpear el plexo solar de Rose. -Lástima que no sea suficiente para tocarme- El golpe parecía haber sido bastante exacto aunque hubo un problema, Carlos no vio caer a Rose. -¡¿De verdad pudiste bloquearlo?!- La chica no respondió solo se limitó a repetir el mismo ataque y aunque parecía que el resultado sería el mismo está vez Rose parecía ser más rápida ya que en esta ocasión Carlos no tuvo tiempo de contraatacar, recibiendo un golpe directo al centro del torax el cuál lo mandó volando a una roca cercana.

-Si te interpones en mi camino, simplemente tengo que matarte y seguir a ese maldito asesino- Los oídos de Carlos se vieron inundados por el sonido de las pisadas de Rose, el polvo que lo rodeaba no le dejaba ver de donde provenía ese embriagante sonido.

-Maldita sea, dejate ver- Al momento en que se levantó, un golpe le dio de lleno en la cara, mandandolo al suelo al instante. -"Qué mierda está pasando, ¿fui superado?"- Los pensamientos dentro de su cabeza no le dejaban de dar una sola respuesta "Debo huir" todos sus miembros se prepararon para retirarse lo más rápido que pudiese. -¡Muchachos vengan! ¡Salvenme!- Toda su altaneria se desvanecio como la niebla al bajar una montaña, al unísono un grupo de hombre lo rodearon.

-Puedes irte Carlos, nosotros te cubrimos- El joven tomó una posición de combate similar a la de Jhon.

-Por favor chicos cuídense- Carlos comenzó a correr dejando atrás a su grupo.

-Ustedes no tienen nada que ver, váyanse- Rose trato de ignorarlos y pasó a su lado.

-¡Cállate monstruo!- uno de ellos golpeó a Rose en el rostro y en cuestión de un segundo ellos ya habían sido rebanados.

-Les dije que se fuera...- Todo se volvió oscuridad ya que Rose se había desmallado por el exceso de energía que había usado.

-Rose estás bien, por favor respondeme- Derek llegó para sostener a la Joven en sus brazos. -Su corazón aún late, que alivió- El joven tomando a Rose en sus brazos desapareció dejando un simple rastro de polvo donde se encontraba parado, al día siguiente en la cede principal del CMA.

-Mis queridos soldados las bajas que se presentaron en el asalto armado dirigido por Jhon son innumerables aunque quisiera destacar de estas el grupo de fieles compañeros de Carlos, tanto el cómo Jhon se encuentran en tratamiento médico ya que se enfrentaron a una bestia mágica, no los aburrire con detalles después de todo haremos público el video de cómo este animal atacó sin piedad a nuestros soldados, por ahora lo único que diré es que autorizo el uso de la creación de armadura y armas hechas con maldiciones y material residual de bestias mágicas, junto a esta noticia viene un comunicado más, si llegan a encontrar a la bestia conocida cómo Rose, eliminenla y se les recompensara con una gran suma monetaria el entregar el cadáverb, hasta aquí el comunicado sigan trabajando- El presidente Aníbal terminó de hablar y se retiró al interior de su habitación. -Y tú por fin volviste a mí, Lupita, hiciste bien en traicionar a Matías después de todo aquí estarás mejor- Aníbal dijo eso mientras sostenía la barbilla de Lupita. -Ahora solo debemos atrapar a esa mocosa-