CAPÍTULO XII: La flama de Neptys.

1.7K 249 19
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Comenzó a caer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Comenzó a caer. La reliquia de Azoret comenzó a brillar con fuerza, y las manos que hasta hace poco lo habían sujetado con fuerza para arrastrarlo hacia el interior poco a poco lo fueron soltando.

En su camino al suelo vio el interior de aquel portal: Las paredes eran de color rojizo y se contraían ligeramente, era como si hubiera sido tragado por algún extraño animal y ahora estuviera transitando su tracto digestivo.

La presión que ejercía el aire sobre su cuerpo le impedía moverse con facilidad. Era aplastante y la respiración se le dificultaba en gran medida. Giró el rostro levemente y a penas alcanzó a ver que estaba cerca al suelo.

—¡Fugere!* —gritó, estando a escasos centímetros pero eso no impidió que su cabeza golpeara la superficie.

El impacto de su cráneo contra aquella superficie provocó que se desmayara, para cuando despertó había una densa neblina que lo estaba envolviendo, tomó asiento y analizó su entorno. No lograba ver absolutamente nada.

El lugar por donde hace algunos minutos había estado cayendo tampoco estaba, lo único que lograba ver era un paisaje sombrío y de penumbra.

Se puso de pie y a lo lejos vio como unos entes caminaban con la cabeza agachada. Traían el rostro tapado, su cuerpo estaba envuelto por cadenas y algunos incluso arrastraban una serie de esferas metálicas pesadas que le dificultaban su movilidad.

—Luminae —dijo mientras extendía la palma de su mano, un orbe brillante se situó al medio luego de recitar esa palabra.

Comenzó a alumbrar en todas direcciones pero no había forma de ver que había más allá. Si quería encontrar la reliquia de Neptys debía ir a tropezones por la bruma.

Avanzó lentamente mientras se aseguraba de pisar correctamente el suelo, la atmosfera se había vuelto más densa a medida que avanzaba, si hubiera estado vivo posiblemente hubiera muerto asfixiado por la presión que se estaba ejerciendo.

—Casa... necesito ir a casa —exclamó una voz espectral a sus espaldas.

No fue necesario que volteara, el ente que hace poco había escuchado caminó justo a su lado y siguió avanzando sin reparar en su presencia.

Diamond, el príncipe corrupto [PRONTO EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora