Diamond, el príncipe corrupto [PRONTO EN FÍSICO]

CAPÍTULO XVII: El deber sobre el corazón.

Tener aquella revelación fue como recibir un baldazo de agua fría.

Sentía como el pecho se le oprimía y como un extraño vacío se situaba justo en el centro de su estómago. Tomó asiento porque las piernas le temblaban de una manera inexplicable. Los maestros hicieron lo mismo y aguardaron en silencio a que ella se sintiera un poco mejor.

Dolía saber que incluso desde el momento de su nacimiento su madre la había rechazado, y era aún peor el hecho de que hubiera mandado a exterminarla como si se tratara de alguna clase de plaga. Y no solo eso, si no que a su hermano también le habían mentido durante toda su vida. Desde que aprendió a dar sus primeros pasos se le exigió perfección, jamás pudo ser un niño común y corriente ni pudo disfrutar si quiera de un momento de paz.

Luego de varios minutos Emerald se irguió en la silla, sujetó sus manos con fuerza al punto en que sus nudillos se volvieron blancos, y tras inhalar una considerable cantidad de aire habló.

—¿Alguien más sabe acerca de esto? —le preguntó a Igor, su maestro negó con calma mientras colocaba los brazos sobre los soportes de la silla.

—Tu madre selló los labios de las sirvientas aquella noche y a todos se les dijo que Diamond era quien poseía el gen dominante.

—¿En que afectaría esto a la nación si se supiera? —cuestionó, los maestros se observaron atentos.

—Agatha entraría a un juicio donde los demás representantes de los reinos tendrían que decidir que castigo se le daría, pero... —Greyslan observó a sus compañeros, Lideo fue el siguiente que observó a la muchacha que aún se mantenía en silencio.

—Es poco probable que la enjuicien o castiguen —dijo, Emerald lo observó atenta—. Actualmente, Emerald, eres la reina de Delia, sin embargo, si todo esto llega a saberse es poco probable que los demás te brinden su respaldo.

—A esto se le suma que Agatha se encargó de liderar la protección de los reinos cuando el sello del abismo fue disuelto —añadió Dindarrium, tras decir esto los demás asintieron pesadamente—. Aunque haya mentido acerca de su heredero, ella puede apelar a que lo hizo por proteger al resto de habitantes y nadie podría decir lo contrario.