Capítulo 36

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Pasé el resto de la semana encerrado en mi habitación, no salí ni siquiera para comer. El piso se encuentra lleno de pañuelos de papel, de tanto llorar había gastado como tres cajas. Temprano en la mañana me di una ducha pero ni siquiera eso me salió bien, el agua estaba helada y literalmente me congele.

Le mandé muchos mensajes a Hoseok pidiéndole que me facilite los papeles para cambiarme de escuela, nunca respondió. No sé a donde se habrá metido, aunque me alegra un poco saber que no esta pendiente de mi todo el tiempo. Eso ya se estaba volviendo un poco aterrador.

—Seungmin— la voz de mi madre al otro lado de la puerta me hizo asustar —Hijo debo decirte algo.

Sonaba preocupada, no había hablado con ella en días. Tal vez había ocurrido algo malo.

—Pasa.

La puerta se habre y ella camina hasta la cama, sentándose en la orilla. Mira todo el chiquero que hay en el cuarto y pone una mueca de disgusto.

—¿Sabes? No sé que ha ocurrido pero creo que necesitas saber algo.

—¿Que sucede?— respondo algo preocupado ante su comentario.

—¿De quién es el auto negro lujoso que a veces pasa por ti?

Pienso por unos segundos ¿Auto negro? ¿Lujoso? No podía ser el de Hoseok ya que ese era color azul.

Solamente Hyunjin había pasado por mi aparte de Hoseok.

—Es un amigo de la escuela— mi corazón se rompe un poco al decir la palabra "amigo".

—Hijo— mamá acaricia mi cabello — Puedes contarme lo que sea.

—No hay nada que contar.

—¿Entonces no ha pasado nada para que te encierres en tu cuarto día y noche y no salgas para nada?

—No.

—¿Y que hay del chico que espera en su auto en la entrada de la casa cada día antes y después de clases?

¿Que? ¿De que está hablando?

—¿No hay una razón para que él haga eso? ¿Verdad cariño?

Me quedé totalmente mudo ante lo que ella me decía ¿Era Hyunjin? ¿Por qué lo haría?

Aish.

¿Está jugando conmigo? ¿Me libre de un acosador y ahora tengo otro?

—Deberías ir a hablar con él— dice mi madre, seguramente notando que por mi cabeza pasaban un montón teorías locas.

—¿Él está aquí ahora?

—Él ha estado aquí todo el día, Seungmin.

Luego se levantó y salió de la habitación, sonriendo. Siempre he creido que algunas madres tienen un sexto sentido, quizás ella también lo tiene.

Me envuelvo en la manta y bajo las escaleras, hace frio, pero no tengo ganas de cambiarme. Solo llevo puestos mis pantalones y una camiseta de verano.

Me acerco a la ventana y asomándome apenas un poco logro ver el auto. No había duda era Hyunjin ¿Que hacía allí con este frio? Volteo para encontrarme con mi mamá observandome desde el sofá.

—¿Que esperas? Ve.

Lo único que puedo hacer es asentir para luego caminar hacia la puerta. Me encuentro allí parado sosteniendo el picaporte y mi corazón late a mil por hora. Finalmente lo giro y salgo, aun envuelto en mi manta cierro la puerta tras de mi.

Hyunjin baja del vehículo automáticamente. Lleva puesto un gorrito y unos guantes, sus mejillas estan rojas, por el frio supongo. Se queda de pie observandome, me siento ridículo ahora mismo.

Lo veo sonreír tímidamente y levanta una de sus manos saludando.

Es injusto ¿Cómo puede verse tan genial? ¿Como puede hacer que todos mis sentidos se pierdan con solo sonreír?

Imito su gesto, saludandolo con una de mis manos mientras que con la otra sigo sosteniendo mi mantita. Él empieza a caminar en dirección a mi, mi corazón está por escaparse de pecho y pierdo por completo mi capacidad de hablar.

—H-hyunjin y-yo— tartamudeo al verlo llegar a mi, pero no puedo terminar de hablar.

Se para a escasos centímetros de mi, mirándome fija pero dulcemente.

—H-hyunjin— intento nuevamente decir algo.

Él lleva su mano hacia mi mejilla acariciandola con suavidad y suspira. Luego me saca la manta haciéndola caer al suelo, miro apenado ya que es mi favorita. Levanto mi mirada para encontrarme nuevamente con los ojitos de Hyunjin, otra vez tienen ese brillo especial.

—Lo siento— susurra y luego me besa.

No puedo evitarlo y le devuelvo el beso, abrazandolo por el cuello. Él sostiene mi cintura de una forma tierna, eso me pone aun más nervioso. Se separa de mi y apoya su frente en la mia, rozando nuestras narices.

—¿Que debo hacer?— pregunta —Estoy completamente enamorado de ti.

—Y-yo...

—Shh, déjame terminar— dice aún estando el misma posición —Cuándo me miraste el otro día mientras Jeongin decia todas esas cosas y todo lo que pude hacer fue llorar, me sentí tan impotente— suspira —Quería defenderte, decirte que todo estaría bien pero no pude.

—Esta bien— trato de calmarlo ya que podía sentir su corazón acelerado.

—No, no lo está. Fui un cobarde ¿Como pude permitir que te hiciera sentir menos cuando para mi eres todo lo que me hace feliz?

Comienzo a llorar ante sus palabras, me estaba diciendo que era la causa de su felicidad ¿Que más podía pedirle?

—No llores Minnie— su voz se quiebra un poco —Realmente lo siento.

Esta vez soy yo quien deposita un pequeño beso en sus labios y el sonríe.

—Casi muero al pensar que te había perdido.

—Hubiera esperado aquí afuera mil años para hacerte saber que jamás me perderas.

Besó mi nariz y se alejó un poco de mi para poder tomar mis manos.

—¡SIIII!— el grito de mi madre se escucha y ambos miramos en dirección a la ventana. Ella cierra las cortinas rápidamente y ambos reimos ante su reacción.

—¿Quieres pasar?— pregunté, un poco sonrojado aunque Hyunjin ya había estado aquí —Te servire algo caliente para tomar.

—¿Más caliente que tu?— rie mientras pasa su brazo por mi cintura.

Luego entramos a la casa y pasamos el resto de la tarde juntos. Vimos peliculas románticas y de vez en cuando mamá venía a sentarse con nosotros para molestarnos.

La noche llegó y con ella la partida de Hyunjin.

—No te vallas.

—Si no llego a casa mi madre me matara ¿Acaso quieres que sea un hombre muerto?

—¡No! Esta bien, vete, abandoname aquí— crucé mis brazos haciéndome el enojado.

—Ven aquí— Hyunjin tiró de mi para abrazarme y luego como por vez numero mil beso mi frente, lo había hecho varias veces a lo largo de la tarde pero cada vez se sentía como si fuera la primera.

—Si sigues no te dejaré ir.

—Nos veremos mañana, no seas dramático— dijo mientras caminaba hacia su auto, saludandome enérgicamente con sus manos.

Volví a cruzarme de brazos cuando por fin el auto desapareció. Apenas se había ido y ya lo extrañaba, que larga seria la espera para volverlo a ver.

Esperen....¿Acaso el Drama Queen acaba de llamarme dramático?

El Chico Incorrecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora