PRANKSTER ━━ cedric diggory ✓

xxviii.

PRANKSTER
capítulo veintiocho

Querido Bill

Espero que esta carta te encuentre bien y que hayas vuelto a Egipto sano y salvo. Me alegro de que Charlie y tú hayan podido viajar para ver el Mundial, aunque la noche no fue lo mejor. El año escolar está teniendo un comienzo interesante, por decir lo menos.

Este año, han decidido organizar el Torneo de los Tres Magos por primera vez en cientos de años, con Hogwarts como colegio anfitrión. Dentro de un par de meses nos acompañarán alumnos de la Academia de Magia de Beauxbatons y del Instituto Durmstrang (aunque, por supuesto, eso significa que este año no habrá Quidditch, lo cual es un fastidio). Hay que tener más de diecisiete años para participar, y los premios son mil galeones y la "gloria eterna", sea lo que sea. Fred y George no están muy contentos con el límite de edad, pero al menos esto los mantendrá (en cierto modo) alejados de los problemas.

Espero que las cosas te vayan bien. Sigue rompiendo esas maldiciones

Siempre con cariño, Clary.

Clary dobló la carta para su hermano mayor cuando el reloj que colgaba sobre la chimenea de la Biblioteca de Hogwarts dio las seis en punto, sellando el trozo de pergamino y metiéndolo en su bolsa de mensajería, prometiendo recordarse a sí misma que debía preguntar a Ron si podía pedirle prestada su lechuza al día siguiente para entregar el mensaje. Se levantó de la mesa que ocupaba y devolvió los libros que había tomado prestados para sus deberes de Herbología a sus estantes originales antes de salir de puntillas al pasillo para reunirse con Vasantha y sus hermanos para cenar. 

Clary se apresuró a atravesar los pasillos vacíos para no llegar tarde a la cena cuando, de repente, se congeló en su sitio cuando dos voces familiares llegaron a su oído, procedentes de la esquina cercana a la escalera. Respirando hondo, Clary dobló la esquina mientras la risa de Cho resonaba en el pasillo cuando Cedric llegaba al remate de su chiste, la chica de Ravenclaw observaba al chico de Hufflepuff con una mirada de admiración mientras los ojos de Clary iban y venían entre los dos.

—¡Oh, Clary, hola! —saludó Cho con una sonrisa amistosa cuando la pareja pasó junto a la joven Weasley, y Clary le devolvió dolorosamente la sonrisa, sus ojos se atrevieron a separarse de los de Cho para tratar de encontrar los de Cedric, aunque, a pesar de que los tres eran los únicos en el pasillo desierto, el chico Diggory seguía mirando hacia el fondo del pasillo, como si no la viera, con la mano agarrada fuertemente a la de Cho.

—Hola, —murmuró Clary, acelerando el paso hacia la escalera y bajando los escalones, queriendo alejarse de Cedric y Cho lo más humanamente posible.

Para cuando Clary llegó al bullicio del Gran Comedor, eran casi las seis y cuarto, y George ya iba por su segunda ración de puré de patatas. Clary se sentó en el espacio vacío al lado de Vasantha, frente a los dos chicos, con las mejillas sonrojadas mientras intentaba recuperar el aliento, tanto por su encuentro anterior como por el esfuerzo de bajar corriendo los muchos tramos de escaleras.