xiv.

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PRANKSTER
capítulo catorce



—¿Ya están preparados? —preguntó Clary, asomando la cabeza en el dormitorio de los chicos para ver a Fred y George todavía revolviendo, metiendo la ropa en sus baúles—. Si no están listos para cuando salga el tren, me iré sin ustedes. No pienso perderme las galletas de Navidad de mamá.

—Estamos listos, —insistió Fred con un resoplido, cerrando su baúl y encajando el candado en su sitio.

—Habla por ti —George tomó la palabra, todavía intentando doblar sus camisas para conseguir cerrar el baúl—. Dos minutos, por favor.

—Dos minutos. —Dijo Clary con rotundidad, acercándose y dejándose caer en la cama de Fred.

—Así que nunca nos contaste cómo te fue. —Dijo Fred, moviendo su baúl junto a la puerta.

—¿Contarles cómo me fué en qué? —Preguntó Clary, tomando un sorbo del té dentro de su taza.

—Tu cita con Cedric —dijo Fred, haciendo que sus ojos se abrieran de par en par, y escupió el té sorprendida, el líquido caliente aterrizó en el jersey de Fred y le hizo gritar de sorpresa mientras George se reía del espectáculo que le rodeaba.

—¡Caliente! —gritó Fred, saltando y tratando de airear el material de punto— ¡Muy caliente!

—¡Bueno, te lo has ganado, vomitando esa basura! —le contestó Clary— ¿De qué hablas, de mi cita con Cedric?

—¡Tuviste una cita con Cedric en Hogsmeade el fin de semana pasado! —insistió Fred, señalando con un dedo acusador.

—¡No lo hice! —protestó ella, cruzando los brazos sobre el pecho— ¿No pueden dos amigos pasar un día juntos? Y además-

—No te atrevas a decir que no fue una cita por culpa de Cho Chang. —Exigió Fred—. Porque tanto si te das cuenta como si no, Cedric está loco por ti. Y creo que tú sientes lo mismo.

—Se te ha ido la olla, —insistió Clary, poniendo los ojos en blanco y poniéndose de pie—. Avísame cuando George termine de hacer las maletas.

—Ya he terminado, ya he terminado, —le aseguró George, cerrando el baúl con un chasquido—. Vamos a la estación.

Clary se apresuró a subir a su dormitorio para coger su baúl de la cama, y luego siguió a sus hermanos hasta la sala común para ver a Vasantha sentada en uno de los lujosos sofás, charlando con Oliver Wood, los dos sentados extrañamente cerca el uno del otro mientras hablaban. Clary saludó a su amiga con un pequeño gesto de la mano al pasar, sin querer interrumpir la conversación, y guió el camino desde la sala común hacia la salida del castillo.

—¿Qué fue eso? —susurró George, haciendo un gesto hacia Vas y Oliver mientras caminaban, haciendo que Clary se encogiera de hombros.

—No estoy segura, —dijo ella mientras se dirigían a la estación de Hogsmeade, dejando sus baúles cerca del fondo del andén con los demás y dirigiéndose a bordo para encontrar un compartimento.

—Merlín, estoy emocionado por la cocina de mamá —dijo Fred con una sonrisa.

—¡Mamá! —exclamó Clary con una amplia sonrisa cuando salieron corriendo del Expreso de Hogwarts para ver a Molly y Arthur Weasley de pie en el andén 9 ¾ con sonrisas radiantes, listos para saludar a los seis niños, y la hija mayor tiró de su madre en un fuerte abrazo antes de seguir su ejemplo con su padre—. ¡Papá!

—¡Oh, me alegro de verlos! —Molly sonrió, saludando a sus hijos— Y tenemos una sorpresa esperándolos a todos en casa.

—¿Es otro gato? —Preguntó Ginny emocionada.

—No, —dijo Arthur, sacudiendo la cabeza con una risa—. Vengan a verlo ustedes mismos.

Los chicos corrieron a coger sus baúles antes de volver junto a Molly y Arthur, cada uno de ellos extendiendo sus manos para que sus hijos las cogieran, así como Percy, que ya había obtenido su licencia de Aparición.
Clary sólo había aparecido un puñado de veces antes, aunque siempre la dejaba sintiéndose bastante enferma y mareada después. Cuando sus pies finalmente aterrizaron en el suelo de la cocina de la Madriguera, tropezó un poco y se agarró a lo primero que encontró para estabilizarse antes de abrir lentamente los ojos para ver dos figuras familiares de pie frente a ella, la de la derecha convenientemente el objeto que había alcanzado a ciegas.

Bill y Charlie.

—¿Qué? —exclamó Clary emocionada, tirando de sus dos hermanos mayores para darles un fuerte abrazo— ¡No creía que fueran a volver este año!

—Oh, el santuario puede arreglárselas sin mí durante unos días —insistió Charlie con una sonrisa antes de volver a mirar a Bill—. Decidimos venir a sorprender a mamá, llegamos anoche.

—Sólo teníamos suficientes Bombas de estiércol para meterlas en tres medias —Fred se quejó.

—Por supuesto, siéntete libre de darle la mía a uno de ellos. —Dijo Percy en tono rudo antes de dirigirse a su dormitorio.

—Alguien es gruñón, —se burló Bill con una sonrisa.

—Parece que alguien se va a quedar con las tres —George murmuró con una carcajada.

—Vamos, a desempacar y yo meteré la primera tanda de galletas en el horno —Molly instó a los chicos, haciendo que Clary corriera hacia su dormitorio emocionada ante la mención de los productos horneados.

Arrojando su baúl sobre la cama, Clary se despojó rápidamente de su ropa de viaje, poniéndose un nuevo par de jeans y el suéter que su madre le había tejido la Navidad de dos años atrás. Volvió a bajar las escaleras y se encontró con Bill y Charlie sentados en el sofá, escuchando como Ginny les contaba las historias de cómo iba su segundo año de Hogwarts.

Desde el incidente de Ginny en la Cámara de los Secretos el año anterior, Bill y Charlie se mostraban especialmente protectores con su hermana menor, ya que no seguían en el colegio para poder cuidarla. Charlie seguía afirmando que si hubiera estado allí, podría haber descubierto de alguna manera lo que estaba pasando con el diario, y podría haberla salvado antes de que fuera demasiado tarde, aunque todos le habían dicho innumerables veces que no había nada que pudieran hacer.

—Ahí estás, —dijo Bill cuando Clary tomó asiento en el sofá junto a su hermana pequeña, rodeando con un brazo los hombros de Ginny.

—Hubiera odiado que todas las galletas de mamá hubieran desaparecido para cuando tú regresaras —se burló Charlie.

—Bueno, ¿quién se las habría comido todas? —le espetó Clary a su hermano mayor con una sonrisa de suficiencia.

Charlie se rió, mostrando una brillante sonrisa. —Yo. 

PRANKSTER ━━ cedric diggory ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora