PRANKSTER ━━ cedric diggory ✓

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PRANKSTER
capítulo cincuenta y cuatro

Clary estuvo a punto de atropellar a un pequeño grupo de Ravenclaws de tercer año en su prisa por llegar al Ala Hospitalaria, apenas oyendo sus gritos de sorpresa mientras Newt se disculpaba rápidamente con los jóvenes estudiantes, él, Vasantha, Fred y George pisándole los talones a Clary.

Cuando llegaron al ala hospitalaria, Clary se dio cuenta de que las puertas dobles ya estaban abiertas, y que su visión de la cama al final de la habitación estaba obstruida por un pequeño mar de gente reunida alrededor.

Las primeras personas en las que se fijó fueron Amos y Anne, que debían de haber llegado poco después de que Clary se hubiera ido a cenar, como era su hora habitual al salir del Ministerio al final de la jornada laboral. Unos cuantos sanadores de San Mungo se arremolinaban en la sala, así como Madame Pomfrey, que estaba cerca de los profesores Dumbledore, McGonagall, Sprout, Snape, Trelawney y Flitwick. Katie seguía de pie cerca de la cama de Cedric, todos reunidos alrededor simplemente parecían observar y esperar.

Clary se adentró en el ala hospitalaria, y Amos y Anne fueron los primeros en notar su presencia al llegar al extremo de la habitación. Anne la abrazó fuertemente, la mujer no pudo evitar la sonrisa en su rostro, una sonrisa que había estado ausente desde que Cedric había regresado del laberinto.

Cuando se volvió para mirar a Cedric, dando unos pasos hacia él, éste simplemente parecía estar durmiendo, el color normal había vuelto a sus mejillas y su pecho subía y bajaba regularmente con cada respiración uniforme.

A Clary se le cortó la respiración cuando sus ojos se abrieron, parpadeando un par de veces en respuesta a las brillantes lámparas del Ala Hospitalaria. Cuando su visión finalmente se enfocó, buscó frenéticamente por la habitación, sus ojos se posaron primero en los profesores antes de cambiar a sus padres, y finalmente la encontraron, una sonrisa confusa cruzando sus rasgos.

—Y yo que creía que me habías abandonado, —dijo ella, con una pequeña sonrisa en la comisura de los labios mientras tomaba su mano entre las suyas, y él le apretó suavemente la mano.

—Nunca, —le aseguró, su voz salió en un pequeño graznido, y ella alcanzó rápidamente el vaso de agua de la mesita de noche, acercándoselo a los labios y ayudándole a dar un trago mientras los sanadores se acercaban, con las varitas fuera para tomarle las constantes vitales— ¿Qué ha pasado?

—Has ganado, —dijo Newt, ocupando de nuevo uno de los asientos junto a la cama de Cedric, aunque manteniendo el suficiente espacio entre ellos para que los Sanadores pudieran moverse—. Tú y Harry han ganado el Torneo de los Tres Magos.

—Vamos, todos, —dijo Dumbledore al resto de los profesores y a los Sanadores en cuanto terminaron de vigilar a Cedric—. Creo que es hora de dejar que el señor Diggory descanse y esté con sus amigos y su familia.