PRANKSTER ━━ cedric diggory ✓

xii.

PRANKSTER
capítulo doce

—¡Buenos días a todos y bienvenidos al partido de quidditch de hoy! —exclamó Lee por el micrófono mientras Clary y Vasantha encontraban sus dos asientos libres junto a Oliver Wood—. Nuestros equipos de hoy: ¡Ravenclaw contra Hufflepuff!

—Ahí están las dos, —saludó Oliver cuando las chicas tomaron asiento, el ruido del público era casi ensordecedor.

—Lo siento, —se disculpó Vas rápidamente por encima del rugido de la multitud que las rodeaba, los colores azul y amarillo dominando las gradas—. Parece que alguien no pudo apartarse de las tortitas esta mañana.

Clary se encogió de hombros. —Tenían sabor a calabaza.

Todo el público se puso en pie con expectación cuando Madame Hooch soltó la Quaffle, Vas incluso se puso de pie en el banco para ver por encima de la multitud con su baja estatura. Heidi Macavoy corrió instantáneamente hacia adelante para agarrar la Quaffle antes de que Roger Davies pudiera hacerlo, Heidi salió disparada hacia la portería de Ravenclaw.

—¡La Quaffle es liberada, y el juego comienza! —gritó Lee— ¡Heidi Macavoy se apresura a tomar la Quaffle, y se va!

—¿Por qué era tan importante este partido? —Clary llamó a Oliver por encima de los vítores de los demás espectadores—. Ya hemos jugado contra Hufflepuff.

—Ravenclaw necesita ganar —Oliver trazó una estrategia—. Como perdimos contra Hufflepuff, si ellos también ganan a Ravenclaw, estarán automáticamente en la Copa de las Casas. Pero si Ravenclaw gana, eso los pone por delante de Hufflepuff en la clasificación. Todo lo que tenemos que hacer es derrotar a Ravenclaw. Si lo hacemos, tendremos una buena oportunidad de llegar a la Copa de las Casas si ellos también pierden contra Slytherin. 

—¿Cómo es su Buscador? —preguntó Vasantha con curiosidad, inclinándose hacia delante para ver a Oliver por encima de donde Clary había estado bloqueando su vista.

—Cho no está nada mal. —Dijo Oliver, sus ojos observando a la chica de cuarto año mientras volaba en busca de la Snitch.

Clary no pudo evitar mantener también sus ojos en Cho, pensando en Cedric y en lo que fuera que estuviera pasando entre los dos. No era ningún secreto que estaban locos el uno por el otro, ya que siempre que él estaba cerca las mejillas de ella se teñían de rosa y el chico no podía dejar de sonreír. Aunque por la forma en que los demás se burlaban constantemente de Clary, y por lo celoso que parecía de repente por el incidente de la poción de amor con Newt, era difícil estar seguro.

El chico guapo rubicundo Diggory. 

—¡Malcolm Preece anota! —exclamó Lee por el micrófono cuando el chico consiguió superar al guardián de Ravenclaw— ¡Otros diez puntos para Hufflepuff! Hufflepuff ahora lidera veinte a diez.

—Bueno, Chang tiene que espabilar. —Dijo Vas, observando como Cho buscaba impotente por el Campo, aunque Cedric no parecía estar haciéndolo mucho mejor. Los dos estaban volando en extremos opuestos del campo, ninguno de ellos parecía tener idea de hacia dónde había volado la pequeña bola dorada—. Esto no tiene buena pinta.

—Bueno, si la encuentra, ya está —le recordó Clary—. Hufflepuff no puede llevar más de ciento cincuenta puntos.

Volviendo su atención al campo, Clary observó como Newt se agachaba de repente, evitando por poco un disparo de Bludger de Duncan Inglebee. Maxine O'Flaherty acudió rápidamente en ayuda de Newt y apartó la Bludger de un manotazo, y Heidi no se quedó atrás con la Quaffle al pasársela a Newt, que se dirigió hacia la portería de Ravenclaw, ansioso por superar a Grant Page.

—Vamos Newt, vamos Newt... —Vasantha murmuró mientras su hermano gemelo lanzaba la pelota, la Quaffle rebotaba en el hombro de Grant mientras éste tanteaba para hacerse con ella, sin éxito, cayendo la pelota por el aro central— ¡Sí!, —aclamó ella, poniéndose de pie y aplaudiendo en medio del mar de amarillo— ¡Ese es mi hermano!

—Vas, —se burló Oliver, lanzando una mirada a la chica—. Recuerda por qué estamos aquí.

—Claro, lo siento, —dijo ella, sentándose de nuevo—. No pude evitarlo. Es una cosa de gemelos.

El partido parecía eternizarse, y ni Cedric ni Cho parecían tener idea de cómo encontrar la Snitch Dorada. Hufflepuff había conseguido aumentar su ventaja hasta el 90-30, lo que hizo que los nervios de Oliver se apoderaran de él mientras rebotaba frenéticamente la pierna hacia arriba y hacia abajo, observando con avidez la escena actual, ya que Randolph Burrow se dirigía a toda prisa hacia la portería de Hufflepuff, Newt y Malcolm le seguían de cerca.

—¡Allí! —gritó Vas, señalando mientras Cho hacía de repente un salto en picado, volando cada vez más bajo.

Cedric había tomado nota de hacia dónde volaba la chica, ansioso por alcanzarla, pero era demasiado rápida. Momentos después, su puño se mantenía en el aire, el pequeño destello del metal dorado visible brillaba a la luz del sol mientras Cho bajaba hasta el suelo.

—¡Cho Chang ha atrapado la Snitch! —rugió Lee— ¡Otorgando ciento cincuenta puntos a Ravenclaw!

El sonido estridente que emitía el silbato de Madame Hooch se abrió paso entre los vítores de las gradas.
—¡Ravenclaw gana!

—¡Todavía tenemos una oportunidad! —exclamó Oliver emocionado, mirando a las chicas con una sonrisa esperanzadora— ¡Todavía tenemos una oportunidad de estar en la Copa! ¡Tengo que ir a trabajar en las estrategias!

Sin decir nada más, Oliver se levantó de su asiento, abriéndose paso entre el mar de azul marino, con su jersey granate sólo ligeramente visible al llegar al fondo de las gradas antes de emprender la marcha. Clary y Vasantha lo observaron con incredulidad, negando con la cabeza mientras Vas tiraba de Clary para abrazarla.

—¡Gryffindor aún tiene una oportunidad! —Vasantha vitoreó alegremente cuando Clary divisó a dos pelirrojos de aspecto familiar cerca de la entrada de los vestuarios de Hufflepuff, la varita de Fred apuntando hacia donde Cedric le daba la mano a Roger Davies.

—Oh, no, —dijo Clary, tapándose la boca para ocultar una risita cuando, de repente, la escoba de Cedric se transfiguró en un pollo de goma, el chico la dejó caer sorprendido por el repentino cambio de textura, desviando su atención de Roger.

Los ojos de Cedric recorrieron el campo, buscando al culpable, antes de divisar a los gemelos, excusándose de Roger y Madame Hooch antes de recoger el pollo de goma y alejarse hacia los dos chicos.

—¿Sabías que iban a hacer eso? —preguntó Vas, riéndose mientras Cedric se ponía rojo.

—No, —dijo Clary, sacudiendo la cabeza con diversión—. Pero me alegro mucho de que lo hayan hecho.