1- Momento y lugar equivocado

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La niebla espesa se confundía con la oscuridad del bosque. Las linternas iluminaban en todas direcciones y los ladridos de los perros adiestrados se podían escuchar por todo el lugar en medio de esa inquietante noche.

—¡Por aquí! —Exclamó Moblit, yendo en la dirección en la que los perros habían ido segundos antes.

Hanji cargó el arma que portaba y estando preparada para cualquier situación, corrió por el mismo sendero.

Toda el área estaba rodeada por policías blindados, por lo que no importaba por dónde escaparan, de todas maneras serían sorprendidos.

Los ladridos de los perros se podían escuchar cada vez más cerca y entonces, Hanji perdió el aliento cuando sus marrones y cálidos ojos se encontraron con aquella mirada fría y metálica que estaba por completo acorralado.

Una sonrisa burlona se dibujó en los labios de Levi quién sostenía un arma y mantenía prisionero a Moblit habiéndolo inmovilizado totalmente.

—Levi—.Susurró Hanji apenas para sí misma, dejando caer el arma por la conmoción que cayó sobre la hierba que crecía por el lugar.

—Buenas noches, fiscal Zoe. Qué grata sorpresa—.Replicó Levi sin demasiada emoción.

—Levi. ¿Por qué? —.Quiso saber Hanji.

—Porque solo una mente brillante como la tuya podía descubrir la verdad y estoy por completo agradecido—. Respondió Levi, aunque esta vez la latente ironía había desaparecido de su rostro y la emoción afloró proyectándose en sus salvajes ojos grises como el invierno que por último, dejó caer un par de lágrimas luego de largos años conteniéndose en vano.







***





(Siete meses atrás)

Había demasiada gente en aquel sitio, tanta que era imposible pensar en la idea de salir de ahí.

Las luces se movían en enérgicos movimientos y la música solo incitaba a seguir bailando de manera eufórica.

Levi sonrió con satisfacción al saber y notar todas aquellas miradas observándolo con deseo y con anhelo de descubrir qué había tras esa faceta misteriosa en cada uno de sus movimientos.

Un suave perfume masculino llegó a su nariz y Levi giró sobre sus talones, sabiendo por completo el dueño de ese sutil aroma con toques a madera.

El rostro hegemónico de Zeke era increíblemente bello bajo esa perspectiva. Su cabello rubio y frondoso que olía bien todo el tiempo se mecía en ondas que expandieron las pupilas de Levi. Su aliento tibio chocó contra sus delgados labios antes de comenzar a besarlos con pasión. Los largos dedos de Levi se enredaron en su cabello y hasta podía oír los murmullos detrás de él y que aparentemente no estaba solo en esa desenfrenada fiesta.

—Tenemos que irnos—. Dijo de pronto Zeke, separándose.

—¿Tu padre te ha dicho algo? —. Preguntó Levi.

—Algo así, te contaré todo apenas salgamos de aquí.

—De acuerdo, pero primero necesito usar el baño. Espérame un momento—. Informó Levi.

Levi había bebido demasiado, permaneciendo lúcido aunque no del todo, pero a pesar de eso se veía por completo atractivo con un rostro jovial aunque con cierto tinte misterioso en su mirada sin demasiada emoción.

Zeke aún sostenía su teléfono luego de volver a leer el mensaje que le había enviado minutos atrás su padre y que lo mantenía de un repentino mal humor. De pronto, su padre había decidido hacer pública su candidatura presidencial y ahora había sido arrastrado junto con él en sus planes.

Los secretos del protegido [Zevihan] (Historia completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora